Por los 25 años de la fundación del pintor catalán, exhiben también obras de Picasso y Miró
Viernes 12 de junio de 2015, p. 6
Barcelona.
La fundación Antoni Tàpies de Barcelona exhibe desde ayer la colección privada del pintor catalán, figura destacada del arte europeo de finales de siglo XX, que incluye obras suyas y de otros coetáneos como Picasso, Kandinsky y Duchamp.
Las piezas reunidas fueron seleccionadas de una colección de 230 obras cedidas por la familia de Tàpies (Barcelona, 1923-2012) a la fundación con motivo de su 25 aniversario. Algunas de ellas son inéditas y la gran mayoría llevaban muchos años sin mostrarse al público.
Son obras representativas de todo el depósito, que abarca de 1945 a 1987, pero hemos intentado que sean obras poco conocidas para el público
, dijo la comisaria Nuria Homs.
La colección recorre desde la etapa más primeriza del autor hasta su consagración como figura destacada del informalismo, el movimiento que predominó en el arte europeo después de la Segunda Guerra Mundial.
En las espaciosas salas de altos techos y columnas blancas del edificio de la fundación, construida por el arquitecto modernista Lluís Domenech i Montaner, se pueden contemplar las primeras obras de Tàpies, donde experimentaba con el expresionismo y el surrealismo.
Pero pronto la exposición evoluciona hacia la etapa más conocida del artista, las pinturas matéricas, donde combina los materiales pictóricos tradicionales con otros más heterodoxos para formar figuras abstractas de relieves irregulares y colores ocres y cenizos.
La exhibición incluye también obras de coetáneos a quienes Tàpies admiraba, como Marcel Duchamp, Pablo Picasso, Joan Miró, Vasili Kandinski y Robert Motherwell, adquiridas en algunos casos mediante el intercambio con estos artistas.