Beatriz Parga, quien escribió el libro La maestra y el Nobel, charló con la prensa
García Márquez vivía fascinado con ella, afirmó la periodista y narradora colombiana
Viernes 12 de junio de 2015, p. 5
A través de la ficción la periodista y escritora colombiana Beatriz Parga reconstruyó la relación entre la maestra Rosa Fergusson y un Gabriel García Márquez cuando era un niño de cinco o seis años y atendió sus clases, impartidas con el sistema Montessori, en Aracataca.
La maestra y el Nobel, título del libro publicado por Suma de Letras, es una historia basada 99 por ciento en hechos reales
, dijo la autora durante un encuentro con los representantes de los medios de comunicación. Se alimentó de seis entrevistas que Parga realizó a la profesora –fallecida en 2005, a la edad de 96 años– con quien también cultivó una amistad cuando la docente estuvo en Miami.
Beatriz Parga conoció a García Márquez en La Bodeguita del Medio, en La Habana, y poco después le pidió que entrevistara a la maestra, a quien siempre agradeció haberle dado el gusto por la literatura. Me inculcó el gusto de ir a la escuela, sólo por verla
. Esas palabras de Gabo se encuentran en la biografía que Gerald Martin escribió sobre el Nobel colombiano, que lleva por título Gabriel García Márquez: una vida, publicada por el sello Debate.
El que me llevó a la maestra fue García Márquez, que en su gran generosidad me llamó a Miami y me pidió que entrevistara a la maestra. Pensé que me estaba dando un ladrillo periodístico porque, ¿quién me iba comprar una entrevista de la maestra de García Márquez en Miami?
Ella no va a morir
Beatriz Parga se dedicaba entonces a escribir y vender artículos a varios medios, desde agencias informativas hasta periódicos y revistas. Rosa se encontraba en ese momento en Miami, pero primero no aceptó la charla hasta que la periodista le dijo que iba de parte de García Márquez.
Rosa Fergusson “era guapa, todos los hombres estaban detrás de ella. Gabo vivía fascinado con ella. Siempre fue mal estudiante, excepto cuando estuvo con ella. Todo el universo se concentraba en ese salón de clases”.
Rosa Elena, nombres de Fergusson, fue una maestra muy especial. García Márquez, en la cena previa a la entrega del Nobel, le dijo a la prensa que dedicaba ese premio a su maestra
de quien además estuvo enamorado de niño
. Gabo contaba que la profesora fue la primera mujer por la que sintió fascinación. “Le decía a su abuela: ‘ay mamá, es que no sé qué pasa cuando veo a mi maestra que quiero como tomarla y besarla’. La abuela reía y cuando se lo contaron a Rosa se indignó, porque decía que un niño no debe hablar así, que no estaba bien pues era su maestra”.
Fergusson fue una docente que inspiraba, añadió la escritora. A mí me inspira. He conocido personas desde Robert Kennedy hasta George Bush, pero que se te queden sus palabras, no ocurre con frecuencia
.
Pasaron muchos años antes de que Beatriz Parga escribiera el libro. Fue cuando, después de muchas mudanzas en las que las cajas de papeles iban creciendo, encontró las entrevistas.
Quiso contactar de nuevo a Fergusson, pero se enteró de que la maestra había muerto dos años antes. Me dije, ella no va a morir
y se dedicó a contar esta historia en voz de la profesora.
Beatriz Parga adelantó que existe la posibilidad de que el libro La maestra y el Nobel sea llevado a la pantalla grande; existe un contrato “en el que están dos directores de cine muy buenos, pero quieren hacer la película el uno sin el otro. La próxima semana se definirá. He prometido que, como Gabo me dio ese voto de confianza, voy a tratar de conseguir un Óscar, pues él siempre quiso ganar uno para una película suya. Él ya no está, pero se trata de un filme que tiene que ver con un tema de él”.