Más de 100 personas armadas con palos y botellas intentaron expulsar a moradores
El terreno, de dos hectáreas, es ocupado de manera ilegal por 200 familias: SSPDF
Viernes 5 de junio de 2015, p. 37
La policía capitalina detuvo a alrededor de 120 personas que se disputaban un predio ubicado en la delegación Tláhuac, en los límites con Iztapalapa. En el lugar se produjo una trifulca, que dejó al menos 30 personas lesionadas.
Los hechos ocurrieron poco después de las 9 horas en el predio conocido como La Poblanita, de alrededor de dos hectáreas, localizado en la esquina de Benito Juárez y Nochebuena, en la colonia El Paraíso.
A este sitio, el cual está ocupado por más de 200 familias de condiciones precarias, llegaron más de 100 hombres armados con palos, botellas e incluso cuchillos, según el testimonio de los moradores.
El grupo armado trató de expulsar por la fuerza a los ocupantes del predio, quienes al parecer están de manera ilegal. Esto desató una batalla campal en la que se arrojaron todo tipo de objetos.
Tras el reporte de riña, la policía capitalina llegó para calmar los ánimos, pero las agresiones fueron de tal rudeza que tuvieron que pedir refuerzos.
Llegaron alrededor de 300 elementos de los agrupamientos de Granaderos y Antimotines para detener la gresca.
De acuerdo con el informe policiaco, en cuanto arribaron los policías al predio, alrededor de 100 rijosos se empezaron a dispersar, en tanto otros continuaron la pelea, e incluso lanzaron objetos a los uniformados. La Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal informó que ninguno había resultado lesionado.
La dependencia capitalina señaló que el predio es ocupado de manera ilegal desde hace varios meses por aproximadamente 200 familias, que habitan construcciones hechas de cartón, madera y lámina.
Al término de la trifulca, los detenidos fueron trasladados en un camión costero a la Agencia 50 del Ministerio Público, donde se determinará su situación jurídica.
Al lugar llegaron varias ambulancias de distintas corporaciones para atender a los lesionados, que en su mayoría sufrieron descalabros y golpes. Según los primeros informes, no hubo personas con heridas mayores que requirieran ser trasladadas a un hospital para su atención.
El predio quedó resguardado por granaderos, mientras un grupo de familias que habitaban el terreno, optaron por recoger sus pertenencias y abandonarlo.