La calificadora de deuda soberana Moody’s (una de las tres más influyentes a escala mundial) revisa el desempeño económico de México y puso como condición para mantener el grado de inversión del país, ubicado actualmente en A3, superar el crecimiento promedio anual a 3 por ciento de su producto interno bruto (PIB) durante el actual sexenio.

Por lo pronto, las condiciones económicas del país no permiten prever para lo que resta de este año y en 2016 una mejoría de la actual calificación, afirmó el analista soberano para México de Moody’s, Mauro Leos.

En febrero de 2014 la agencia elevó la nota de deuda pública mexicana a A3 tras la aprobación de las reformas estructurales, en particular la energética. Pero desde entonces pronosticó que los resultados de un mayor crecimiento económico no se verían concretados antes de 2018.

Ayer, Mauro Leos informó que una parte de la revisión del desempeño del país, por la que se encuentra en territorio nacional, son los temas de gobernabilidad y corrupción que se han hecho públicos, además del cumplimiento específico del gobierno federal para disminuir el déficit de las finanzas públicas. Lo que esperamos es que lo que digan, lo hagan; si no lo hacen, nos llevaría a revisar la visión que teníamos de México al otorgarle el grado de inversión, advirtió el especialista.

Mencionó que durante su estancia en México busca actualizar la información del país que, por el momento, mantiene un balance entre aspectos positivos y negativos y de ahí considerar la calificación como A3-estable. La actualización involucra también, añadió, analizar los planes de gobierno para 2015 y 2016, y ver si se debe aplicar una modificación a la nota soberana.

En una reunión con reporteros Mauro Leos añadió: En la medida en que las reformas no se traduzcan en un mayor crecimiento sostenido, nos llevaría a replantear las causas que motivaron la calificación y a replantear las expectativas que se habían creado con esos cambios.

Añadió: “Creemos que con las reformas se va a dar un mayor crecimiento, pero si vemos que esa expansión no pasa de una banda de dos a tres por ciento a una de tres a cuatro por ciento, nos llevaría a cuestionar nuestro análisis.

Manifestó su confianza en que México pueda superar las condiciones económicas externas, como la desaceleración de la economía de Estados Unidos, donde ya pasó lo peor; el choque de la caída en los precios internacionales del petróleo, que no regresarán a niveles de 100 dólares por barril, pero tampoco de 40-50 dólares. Pero en lo interno, dijo, se observa una economía que está floja y puede retrasar el arranque.

Otros riesgos que consideró como sutiles, pero que no deben ocurrir en economías con una calificación como la de México, son los problemas de gobernabilidad, así como a los casos de corrupción ventilados recientemente.

Descartó que la suspensión de la evaluación de los maestros, parte de los cambios educativos, contamine otras reformas como la energética, la de telecomunicaciones o la hacendaria.

El analista responsable de la calificación soberana del país advirtió: Si no hay una mejora palpable de crecimiento sostenido, eso nos podría llevar a reconsiderar lo que habíamos pensado.