Barcelona.

Xavi Hernández se despidió ayer del Barcelona con un hasta luego, en un emotivo acto en el que varios futbolistas elogiaron el valor de su capitán, que este sábado tendrá la oportunidad de jugar su último partido con la camiseta azulgrana en la final de la Liga de Campeones ante Juventus y desea irse levantando el trofeo.

No es un adiós, sino un hasta luego, aseguró Xavi antes de enfilar el final de su carrera en Qatar, donde también se formará como entrenador, con el sueño de dirigir algún día al cuadro catalán.

Al acto acudieron varios de sus compañeros, excepto Lionel Messi, Ivan Rakitic, Marc-André Ter Stegen, Rafinha y Gerard Piqué, quienes no pudieron estar al someterse a un control antidopaje de la UEFA.

El centrocampista desea un adiós perfecto del club de su vida, ya que si el Barça vence a la Juve reditaría el histórico triplete liga-copa-Champions de 2009.

Será mi último partido en el Barcelona y quiero ganarlo. Es un fin de carrera espectacular, dijo el español, quien anunció su retiro hace dos semanas.

Desde entonces, Xavi levantó el pasado sábado la Copa del Rey tras vencer al Athletic de Bilbao y espera hacer lo mismo en Berlín, con la que sería la quinta Liga de Campeones del club y la cuarta en su palmarés personal.

“Es una temporada espectacular para que un jugador como él pueda despedirse de la mejor manera. La imagen de él levantando la Champions sería el colofón perfecto”, dijo Andrés Iniesta.

Aunque el sábado sea su último partido como azulgrana, es previsible que Xavi empiece el encuentro desde el banquillo, dejando su sitio al croata Rakitic.

Con más de 760 partidos y 24 trofeos, que pueden llegar a 25, Xavi deja el club tras 17 temporadas en el primer equipo convertido en emblema del futbol de toque azulgrana.