La Asociación Pro Defensa del Bosque del Cofre de Perote y comisariados ejidales de la región veracruzana alertaron sobre la pérdida de más de 500 hectáreas, ya que pinos, encinos y oyameles están infestados por un hongo microscópico que afecta la cobertura de los árboles.

Dicha enfermedad y la deforestación hormiga ponen en riesgo los acuíferos, de los cuales se benefician más de 80 comunidades, asentaron en un comunicado.

Hay un grave problema fitosanitario que se observa porque las piñas de las coníferas tienen color amarillo. Familias que van al sitio conocido como Caja de Agua las han descrito como esferas que parecen papayas maduras, señalaron.

Agregaron que hace dos meses “lograron establecer contacto con Carlos Magallón, subdirector de Tratamiento Fitosanitario de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) –ubicada en el municipio de Zapopan, Jalisco–, quien ofreció apoyo inmediato, pero hasta la fecha no ha llegado ningún técnico a la región”.

Los habitantes de las comunidades Rancho Nuevo, Los Pescados, El Escobillo, El Conejo, Justo Sierra, Tenextepec y de la ciudad de Perote están preocupados por el avance del hongo, pero también por el aumento de la tala clandestina. Todos los días bajan de la montaña camiones cargados con leña y trozos de diverso diámetro con dirección a la carretera que conduce al puerto de Veracruz, y ninguna autoridad ha hecho algo para detener la deforestación.

En 1937, el gobierno federal declaró 11 mil 700 hectáreas parque nacional Cofre de Perote. La superficie abarca los municipios de Xico, Ayahualulco y Acajete; el ecosistema es fundamentalmente de pino y oyamel. En 2011, la región ingresó a los programas de cuencas prioritarias. En este año, Conafor anunció que su meta era reforestar 10 mil hectáreas.