Washington.

Estados Unidos retiró formalmente ayer a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, lo cual elimina un obstáculo para la reanudación de las relaciones diplomáticas después de 54 años, si bien tiene efecto limitado para levantar las sanciones comerciales contra la isla.

Tras el anuncio hecho por el Departamento de Estado, la Casa Blanca declaró que Barack Obama mantiene su expectativa de ser el primer mandatario estadunidense en visitar Cuba tras el restablecimiento de nexos.

Pueden caracterizarlo como aspiración presidencial diferente a lo que normalmente genera atención aquí, y obviamente sería otro paso histórico en los esfuerzos por normalizar los vínculos entre los dos países, señaló el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, a periodistas.

Obama ordenó revisar la situación de Cuba en la lista de naciones que auspician el terrorismo como parte de un giro histórico de su política hacia La Habana, anunciado junto con el presidente cubano, Raúl Castro, el 17 de diciembre, que busca restablecer las relaciones diplomáticas, rotas en enero de 1961.

Posteriormente, tras celebrar en Panamá una reunión con su homólogo cubano, Raúl Castro, en el contexto de la Cumbre de las Américas, Obama comunicó el 14 de abril al Congreso su decisión de sacar de dicho listado a su antiguo adversario de la guerra fría y dio así inicio a un proceso de revisión de 45 días que concluyó ayer.

La inclusión de Cuba en dicho registro se hizo en 1982, durante el gobierno del presidente republicano Ronald Reagan, con el argumento de que la administración de Fidel Castro ofrecía apoyo a grupos guerrilleros, entre ellos las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y servía de santuario a militantes de la organización armada vasca ETA.

El periodo de 45 días de notificación al Congreso expiró y el secretario de Estado (John Kerry) tomó la decisión de retirar la designación de Estado patrocinador del terrorismo a Cuba a partir de hoy, 29 de mayo de 2015, anunció el Departamento de Estado en una declaración.

Insistió en que Estados Unidos mantiene preocupaciones significativas y desacuerdos con una amplia serie de políticas y acciones de Cuba, pero indicó que éstos caen fuera del criterio relevante a la rescisión de su designación en la lista.

La exclusión de Cuba de ese registro, una de las demandas clave de la isla, ocurre mientras funcionarios de ambos países siguen trabajando en los detalles para un eventual restablecimiento pleno de sus nexos diplomáticos, que incluye la apertura de las respectivas embajadas en Washington y La Habana.

Ambas naciones también debaten el pedido estadunidense de que sus diplomáticos puedan viajar por la isla sin restricciones, así como la posibilidad de reunirse con disidentes.

Para el Departamento de Estado, esa exclusión no guarda relación con las negociaciones para la restauración de vínculos. Son procesos separados, porque la revisión de la permanencia de Cuba en la lista no es objeto de negociación. Fue una instrucción del presidente, sostuvo el vocero Jeff Rathke.

Agregó que la remoción de Cuba del listado no suspende los efectos del bloqueo económico y comercial general por Estados Unidos, codificado en ley.

Así, las negociaciones para la normalización de nexos deberán lidiar con cuestiones más complicadas, como el bloqueo, que sólo el Congreso estadunidense puede levantar; el futuro de la prisión militar estadunidense en la bahía de Guantánamo y la democracia en Cuba.

Damos la bienvenida al anuncio del secretario de Estado, que es un paso más hacia una relación normal y productiva entre Estados Unidos y el pueblo cubano, señaló la Casa Blanca el viernes en su blog.

Para Cuba ser excluida de dicha lista era un asunto candente, pues Estados Unidos ha apoyado a grupos de exiliados responsables de ataques a la isla, incluido un atentado contra un avión cubano que volaba de Barbados a Cuba en octubre de 1976 y que cobró la vida de 73 personas.

Los dos hombres acusados de planear el ataque se refugiaron en Florida, donde uno de ellos, Luis Posada Carriles, vive actualmente. Es una lista en la que nunca debíamos haber estado, dijo a Ap la cubana Ileana Alfonso, cuyo padre falleció en ese atentado.

Importantes miembros del Partido Republicano en Estados Unidos criticaron la medida. El líder de ese partido en la Cámara de Representantes y aspirante presidencial, John Boehner, afirmó que la administración de Obama entregó al régimen de Castro una victoria política importante a cambio de nada. La dictadura comunista no ha ofrecido garantías de qué va a hacer frente a su largo historial de represión.

El ex gobernador de Florida Jeb Bush señaló que la exclusión de Cuba de la lista es un error y una prueba más de que el presidente Obama parece más interesado en capitular ante nuestros adversarios que en enfrentarlos. Políticos estadunidenses de origen cubano, como el senador demócrata Bob Menéndez y la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, también criticaron la medida.

En cambio, Nancy Pelosi, líder del Partido Demócrata en la Cámara, destacó que el Departamento de Estado se deshizo del peso de una estrategia anticuada... Es un gran paso hacia la creación de nuevas oportunidades para empresas y empresarios estadunidenses, y el fortalecimiento de los lazos familiares entre exiliados cubanos y quienes viven en la isla.

Regocijo

Aunque el gobierno de Cuba aún no se ha pronunciado al respecto, los habitantes de la isla se regocijaron por la medida, aunque recordaron al presidente Obama que quedan pendientes el bloqueo económico y la devolución de la base naval de Guantánamo.

Si fuimos víctimas del terrorismo durante 55 años, ¿cómo vamos a estar en la lista de países que apoyan el terrorismo? Por tanto, nunca debimos estar ahí. Entonces, es un logro bastante grande, aseveró el taxista Ezequiel Palacios.

También desde el exterior llegaron saludos. El ex presidente de Uruguay José Mujica consideró desde Madrid que la decisión es un paso positivo en las relaciones con Cuba, y recordó que es sólo un paso más para relajar las tensiones.

Tras la salida de Cuba, Irán, Sudán y Siria son los únicos países que permanecen en la lista. Washington sacó a Yemen del Sur en 1990, cuando dejó de existir tras unificarse con el vecino Yemen del Norte y convertirse en la República de Yemen. También fueron sacados Irak, Libia y Corea del Norte.

Con el bloqueo todavía en vigencia, la isla se apoya económicamente en el turismo. En el primer trimestre del año recibió un millón 136 mil 948 viajeros extranjeros, importante incremento respecto del mismo periodo de 2014, informó la Oficina Nacional de Estadística e Información.

El número de visitantes a Cuba en los primeros tres meses se elevó en 141 mil 278 personas, contra las 995 mil 670 que arribaron entre enero y marzo del año pasado, explicó.