Roma.

La literatura mundial celebró ayer el 750 aniversario del nacimiento del poeta florentino Dante Alighieri, autor de La divina comedia, considerada la principal obra italiana y una de las más importantes en el mundo.

Dante, como generalmente se le conoce, nació en la región de Florencia el 29 de mayo de 1265 y con La divina comedia (escrita entre 1304 y 1321) logró la pieza clave del tránsito de la mentalidad medieval a la renacentista.

Tal es la idolatría que genera, que en Italia se le conoce como El poeta supremo y en cuanto a su quehacer literario, es material de estudio obligatorio en casi todos los países para quienes pretenden abrirse paso en cualquier manifestación de las artes, como un regente omnipresente de la sabiduría.

Una de las muestras del alcance de La divina comedia es que el término oficial beatitud, símbolo el buen proceder y felicidad eterna, se basa en su personaje presuntamente ficticio Beatriz, uno de los principales de la obra, y también se considera que sus vocablos ayudaron a establecer el idioma italiano moderno.

Además, genios de las artes como Botticelli, Gustave Doré, Salvador Dalí, William Adolphe Bouguereau y Miquel Barceló se basaron en los pasajes de Dante por los capítulos Infierno, Purgatorio y Paraíso para crear cuadros que constituyen obras de arte.

Dante Alighieri pertenece, junto a otros nombres, como el español Miguel de Cervantes y el inglés William Shakespeare, a esa casta de escritores que debido a la trascendencia de su obra lograron establecerse como referentes en los anales de la historia de la humanidad.

Exposiciones, danza y teatro

En vida ya era toda una leyenda. Cuando Dante Alighieri caminaba de mayor por las calles de Ravenna, las personas cuchicheaban. Ése estuvo en el infierno, decían.

El poeta había descrito el infierno hasta el último detalle y no es que sus coetáneos distinguiesen del todo entre poesía y verdad.

Tras su muerte en 1321 en la misma ciudad, la fama de Dante siguió creciendo. Con los versos de La divina comedia no sólo esbozó una imagen plástica del cielo, el infierno y el purgatorio, sino que supo entrelazar el conocimiento en ciencias naturales y en filosofía de la época con una historia de amor.

Esta es tal vez una de las razones por las que, aunque han transcurrido 750 años de su nacimiento, que se cumplieron ayer, el poeta sigue siendo celebrado en su país, Italia. Sobre todo en su natal Florencia, que maliciosamente lo desterró.

Se desconoce la fecha exacta de su natalicio, pero cuando han pasado 750 años ese detalle no es vital. El hombre cuyo rostro figura en las monedas de dos euros italianas dijo que había nacido bajo el signo de Géminis.

Teniendo en cuenta las reformas del calendario, el poeta podría haber nacido entre mediados de mayo y mediados de junio.

Las conmemoraciones oficiales comenzaron a mediados de mayo, cuando el cineasta y ganador del Óscar Roberto Benigni (La vida es bella) leyó en el Senado en Roma parte de Paraíso, de La divina comedia. El Ministerio de Cultura ha organizado unos 200 actos en el país: conferencias, exposiciones, conciertos, danza, teatro e instalaciones de video.

Con nueve años, Dante se enamoró de Beatrice Portinari, un año menor. La vio pocas veces y ambos se casaron con otras personas. Con su esposa Gemma tuvo cuatro hijos, pero tras la muerte temprana de Beatrice en 1290 comenzó a enaltecerla en sus poemas hasta el punto de ensalzarla a la divinidad en la Comedia.

Allí es donde encuentra a Beatrice en su paso por el paraíso y ella es quien lo guía hasta el cielo.

En su descripción del infierno, donde hordas de diablos martirizan a los pecadores, Dante despliega una espeluznante fantasía, de ahí el adjetivo dantesco. Además se toma la licencia poética de decidir a quién envía a ese suplicio, como por ejemplo, muchos de sus enemigos florentinos. Pero también envió al infierno a cinco de los seis papas que él conoció. Para él, de todos, el peor fue Bonifacio VIII (1294-1303), a quien responsabilizó de la guerra civil en Florencia.

Desde lo más profundo del infierno, la Comedia pasa a la luz celestial y la Iglesia oficial se ha reconciliado desde hace tiempo con el crítico poeta.

El papa Francisco dijo de él que era el poeta de la esperanza y destacó su actualidad y su grandeza no sólo artística, sino también teológica y cultural.