Miércoles 27 de mayo de 2015, p. 2
Mérida.
José Norberto Ojeda Pech vio partir este día hacia Cuba el primer contenedor con 70 mil unidades del producto que creó y patentó, llamado Abatim, un depósito y dosificador de la sustancia conocida comercialmente como abate (temefos).
El invento yucateco es resultado de una aventura de gestión y exploración que comenzó hace tres años.
Según un comunicado, María Jorge García Cecilia, cónsul general de Cuba en Yucatán, encabezó el banderazo de salida de la mercancía con destino a La Habana.
Ojeda Pech, delegado de Nea Industrias Ambientales, recordó que en noviembre 2013, en la Feria Internacional de La Habana, autoridades cubanas del Ministerio de Salud Pública le entregaron el resultado de los estudios que certificaban la efectividad de su dispositivo, tras un año de pruebas, viajes y trámites.
Ahorro del producto
Abatim está diseñado para ser colocado en tinacos de uso doméstico de aproximadamente 700 mililitros. Además, dispersa la cantidad estrictamente necesaria y pertinente del producto (unos 50 gramos) en el agua en un periodo de tres meses, logrando ahorros de hasta 40 por ciento de la sustancia larvicida.
Como resultado de la participación de la compañía en diferentes ediciones de la feria, el innovador artefacto se ha ido abriendo camino en la isla, lo que contribuirá a disminuir la propagación de enfermedades virales, como el dengue y chikungunya, transmitidas por el mosco de la especie Aedes aegypti.
El Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí de Cuba avaló científicamente que el dosificador permite el mejor aprovechamiento del abate en los casos en que se usa diluido a granel, y a su vez evita la formación de lama o verdín, lo que garantiza la inocuidad del agua para el consumo humano.
La operación es de 3 millones de piezas, que se distribuirán hasta el segundo trimestre de 2016.