Cultura
Ver día anteriorDomingo 24 de mayo de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Eloy Tarcisio sustituyó óleo y acrílico por materiales orgánicos en un cuadro vivo

Pasiones que enferman y curan, un ejercicio de danza, música y pintura

La idea es pasar de este divertimento a algo que encienda la pasión y el desenfreno

 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de mayo de 2015, p. 6

El pintor Eloy Tarcisio sustituyó el óleo y el acrílico por materiales orgánicos que tienen un significado para los mexicanos en la creación en vivo de su obra Pasiones que enferman y curan, que realizó este sábado en el patio principal del Palacio de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El cuadro en vivo, que en realidad fue un ejercicio multidisciplinario de danza, música y pintura, atrapó la atención de los visitantes del recinto, quienes se detenían a observar cómo Tarcisio lanzaba uno a uno los zapotes negros encima del enorme lienzo blanco colocado en el piso.

A las manchas negras del zapote le siguieron las texturas y el color de la papaya y el jitomate. Poco a poco manchas de diversos colores fueron ocupando un espacio en la obra, que evocaba una especie de diálogo ancestral con los frutos.

La idea es pasar de este divertimento, a algo que encienda la pasión y el desenfreno, expresó el artista en un momento previo a su creación.

Para encender esa pasión, que contrastara con el colorido lienzo, Tarcisio invitó a las bailarinas Fernanda Soria y Lia Ruyama, quienes acompañadas por la música del grupo Yokozuna, le pusieron más sabor al ambiente.

La obra del artista se caracteriza por la búsqueda de medios expresivos intensos con notoria raíz en la cultura mexicana, por medio de géneros tradicionales, como la pintura, el dibujo y el grabado, y de más recientes como la instalación y el performance.

Conforme el pintor trituraba los jitomates con sus manos o esparcía el jitomate en una parte de la gigante obra, las bailarinas con su cuerpo contribuían a expandir los pedazos de los materiales orgánicos y, en ocasiones, saciaron su apetito con un bocado de papaya y mamey.

Foto
Pasiones que enferman y curan, un ejercicio multidisciplinarioFoto Roberto García Ortiz

Mientras la música del grupo Yokozuna resonaba en el Palacio de la Escuela de Medicina, el público –en su mayoría jóvenes– disfrutaban de la fusión de los cuerpos de las bailarinas con los trazos de Tarcisio. Era cautivante cómo dos cuerpos dejaban también su huella en la pintura.

En este ejercicio multidisciplinario figuraba una enorme silla frente al espacio o enorme lienzo, que en palabras del pintor representaba el poder, ya que considera que la pasión siempre se encuentra sometida por alguien que ejerce un poder.

Pasiones que enferman y curan permitió al público conocer de cerca el proceso creativo de Eloy Tarcisio, quien parte de aspectos de la cotidianidad, el deseo y la identidad.

Puente directo con el espectador

Uno de los objetivos del artista al realizar una obra en vivo es que la gente reflexione y que al regresar a verla ya montada en una exposición evoque esos momentos que experimentó y pueda tener una opinión más completa.

Desde sus inicios Tarcisio ha mostrado inclinación por experimentar en sus procesos creativos, de ahí que le gusta pasar de la representación tradicional a la abstracta, y recurre a materiales orgánicos del país, siempre en función de la identidad del mensaje contenido en su obra con el simple propósito de establecer un puente directo con el espectador.

La obra, dividida en dos partes, se presentará a partir del 27 de mayo en la exposición De pasiones que enferman y curan, en el Palacio de la Escuela de Medicina de la UNAM (Brasil 33, Centro Histórico), dentro de la tradicional Noche de Museos.