La someten a tortura sicológica, denuncia su hija Sayra
Lunes 18 de mayo de 2015, p. 9
Atreverse a protestar dentro de la cárcel e iniciar una huelga de hambre desató una serie de nuevas violaciones a los derechos humanos de Nestora Salgado, que incluyen falsos reportes médicos y tortura sicológica. Así lo denuncia su hija, Sayra Rodríguez Salgado, después de visitarla ayer en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 4, ubicadso en la comunidad de El Rincón, en Tepic, Nayarit.
En diálogo telefónico con La Jornada, relata que antes a su madre le llevaban los alimentos a su celda, pero tenía que comer sola porque no la dejaban salir con las demás en ningún momento del día. Pero ahora que está en huelga de hambre la sacan al comedor y la sientan frente a la comida
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Sostener un plato en las manos, sentir el olor de un guiso caliente es una tortura sicológica
para una mujer que lleva 13 días sin ingerir más que agua. Un tormento que se documenta día con día, porque la obligan a sostener una charola para tomarle fotografías
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También hay reportes médicos que mienten sobre su estado de salud, denuncia Sayra Rodríguez. El penal está falsificando documentos. La directora (Natasha Bidault Mniszek) entrega a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) escritos donde dicen que la revisó un doctor y que está en buenas condiciones, cuando no es así
. Recibe atención, pero no le toman el pulso ni la presión; ¿cómo es posible que en 13 días no tenga ni la presión baja?
La semana pasada la CNDH visitó a la comandante regional de la policía comunitaria de Olinalá. Ella sintió alivio, pensó que encontraría respaldo, pero según dijo a su hija, la incitaron a dejar la huelga de hambre. Insistieron en que su salud se va a deteriorar y le recomendaron que no se arriesgue a tener secuelas irreparables
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Nestora Salgado fue detenida el 21 de agosto de 2013 acusada de secuestro agravado. Desde entonces está presa en el Cefereso de Tepic, considerado de alta seguridad, aun cuando en abril de 2014 el Poder Judicial de la Federación la exculpó por considerarla inocente.
Varias veces ha denunciado violaciones a sus derechos humanos y procesales, pero lejos de mejorar, dice su familia, la situación empeora. Por eso el martes 5 de mayo dejó de comer.
Casi dos semanas en ayuno hacen estragos en su cuerpo. “Está mal, superojerosa. Se le cae el cabello. Con trabajos sostiene un vaso de agua y por momentos se le va la claridad de lo que quiere decir. Ella repite ‘estoy bien’, pero físicamente no se le ve bien”.
Aunque la voz de Nestora suena débil, no se atempera. “Yo le supliqué que dejara la huelga –admite su hija–, pero dice que va a seguir hasta que se le respeten sus derechos humanos”.