ustino Compeán comenzó a despedirse de los hombres del futbol, quienes le reconocen haber dejado las arcas repletas, sobre todo debido a los partidos moleros en Estados Unidos, pero el reclamo unánime es en el terreno deportivo, donde México sigue en déficit, con dos clasificaciones deficientes a Copas del Mundo; la más reciente al borde del ridículo, lograda sólo gracias a Estados Unidos.

De alguna manera, Compeán (30 de julio 1940) encontró la mesa puesta para hacer negocios. Atrás había quedado el álgido año de 1998, cuando Tv Azteca pujó a fondo para obtener una buena ración del pastel; llegó al extremo de presentar una demanda contra Televisa y la Federación Mexicana de Futbol ante la Comisión Federal de Competencia; a Televisa le rechazaron el amparo y debió sentarse a negociar.

Justino se hizo famoso desde que organizó el festival de Avándaro, luego colaboró en el Mundial de México 1986 y al año siguiente pasó a la nómina de Televisa. Ahí trabajó para el Necaxa y después gobernó el estadio Azteca. Pero lo suyo es negociar; lo hizo hábilmente para el traslado de los Rayos a Aguascalientes con el sólido compromiso económico del gobierno de la entidad. Con esas cartas de presentación llegó a la federación en 2006, tras el Mundial de Alemania.

Una vez instaurado el duopolio, el tema de la comercialización encontró el camino liso y llano. Los dolores de cabeza fueron en el tema deportivo. En Sudáfrica 2010 el Tri, el “gigante de Concacaf’, fue echado de la justa por Estados Unidos; el técnico Javier Aguirre tenía tal autonomía que hasta Alejandro Burillo dio un jalón de orejas a Compeán y le pidió tener control cuando aquél, en plena justa, anunció un contrato para dirigir en Europa.

Otra pesadilla fue el pasaje hacia Brasil 2014 con el técnico José Manuel de la Torre. Cuando el equipo se iba a pique y el boleto parecía esfumarse, Justino declaró estar a muerte con el técnico, pero en cuanto el jerarca sintió la presión de los patrocinadores despidió al Chepo sin titubeos. Lo demás es de sobra conocido. Un oasis en medio del desierto significó la medalla de oro en Londres 2012.

El sucesor natural sería Decio de María, pero se espera más de lo mismo, dijo el ex dirigente Rafael Lebrija, quien está convencido de que el futbol mexicano no progresará hasta que se modifique el sistema de competencia y se regrese a un solo torneo, petición que también ha hecho el ex directivo y técnico Manuel Lapuente.

Tigres se despidió de la Liga Mx de manera gris. Fue el golpe de cansancio o distracción mental, pero ante Santos Laguna los felinos estaban pensando más en el viaje a Ecuador que en conquistar su cuarto título de liga. El Tuca Ferretti suele ser práctico y había anticipado que enfocaría sus fuerzas en la Copa Libertadores; ahora ya no habrá pretextos.

Un partido de locura, con emociones al límite se vivió el sábado en el estadio Azteca. Los jóvenes tuzos dieron el do de pecho al eliminar al América y confirmaron que la mezcla perfecta es juventud apoyada en elementos de experiencia como Óscar Pérez, Aquivaldo Mosquera y Walter Ayoví.

Grupo Pachuca hace un año celebró el bicampeonato, hoy se niega a pasar desapercibido y esta vez corresponde el protagonismo a los Tuzos, con jugadores como Rodolfo Pizarro, Miguel Herrera Equihua, Jürgen Damm, Erick Gutiérrez e Hirving Lozano; estos dos últimos serán puntales del mediocampo en la Sub-20 de Sergio Almaguer.

Lo llamativo es que la cantera tuza ha superado a las de otros equipos, porque mientras la directiva auriazul se deshizo de su filial Pumas Morelos, los equipos de Jesús Martínez y Carlos Slim tienen en Mineros de Zacatecas el lugar ideal para foguear a sus promesas. No es casual que de los últimos emigrados a Europa sólo Héctor Herrera sea indiscutible titular, mientras los americanistas Raúl Jiménez y Diego Reyes calientan banca.

Gustavo Matosas cumplió un torneo de altibajos. No pudo conseguir el bicampeonato para las Águilas; sin embargo, metió al equipo al Mundial de Clubes, donde la presencia de equipos alemanes o de la liga de España deja poco margen a la ilusión. La semana futbolera escribió una página negra en el futbol argentino y cualquier sanción para el Boca Juniors parece corta por la gravedad de lo acontecido.

Marco Fabián se echó a las Chivas al hombro y mantuvo la tendencia de esta singular liguilla, en la que los equipos de abajo eliminaron a los punteros. Un día glorioso para el jugador aficionado a la fiesta, que contrastó con la reprobable reacción de las barras rojinegras que invadieron la cancha e hicieron recordar aquella acción similar, en noviembre de 2013, de la barra cementera Sangre Azul, que quiso recriminar a sus jugadores por quedar fuera ante el Toluca y entró al campo. De poco sirvió el pacto entre ambos equipos; es evidente que el clásico tapatío se está convirtiendo en una bomba de tiempo que los federativos y autoridades civiles deben desactivar como tema prioritario.

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