Proclama la paz, pero expande la guerra, y ésta regresa siempre a casa, advierte la ex líder de Weather Underground
Activista en los años 60, considera que la elección de Barack Obama como presidente fue un punto de quiebre
Domingo 17 de mayo de 2015, p. 2
Pasó 11 años en la clandestinidad y tres en el número 10 de los más buscados por la FBI. Ahora, Bernardine Dohrn es una abuela cuyo rostro apacible no esconde la fuerza que debió tener en los 60, cuando con otros jóvenes pasó de las manifestaciones pacíficas contra la guerra de Vietnam a la acción directa: se llamaron Weather Underground y pusieron bombas, que estallaron siempre sin víctimas, en edificios como el Capitolio o el Pentágono. Traer la guerra a casa
, era su divisa.
Tras pasar unos años en la cárcel, por negarse a declarar ante un Gran Jurado en contra de ex compañeros suyos, Dohrn se convirtió, ya abogada, en profesora de leyes y directora del Centro de Justicia Familiar e Infantil de la Universidad de Northwestern.
En ese trabajo confirmó su convicción de que, sin mencionar las disparidades económicas, en el desempleo, en salud, Estados Unidos está luchando todavía con el asunto de la esclavitud, sin poder reconciliarse con el hecho de que terribles crímenes fueron perpetrados en el pasado, y de que terribles crímenes pasan hoy
.
Y ahí mantuvo también el impulso que en los 60 la llevó, con millares de jóvenes blancos, a sumarse a la lucha por los derechos civiles y contra la guerra.
En solitario o al lado de su marido, el educador y activista Bill Ayers, fundador también del grupo Weather Underground, ha escrito varios libros sobre su experiencia en la lucha por los derechos humanos, contra el racismo y en favor de una educación pública de calidad para todos.
Durante una reciente visita a México, Bernardine Dohrn conversó con este diario. Aquí presentamos extractos de la charla.
–En el ya lejano 2001, The New York Times publicó un libro en cuyo título preguntaba cómo se vivía la cuestión racial en Estados Unidos. ¿Cómo se vive ahora?
–Es la cuestión esencial si vives hoy en EU: la guerra y la paz, la raza y la equidad, son los temas profundos de nuestros tiempos. Ferguson –donde estudiantes se alzaron por el asesinato de Michael Brown, en agosto de 2014– se convirtió en un movimiento nacional. Parecería que así nomás. A pesar de que jóvenes negros desarmados son asesinados por la policía con regularidad. ¿Por qué ahora? Una de las cosas extraordinarias acerca de este movimiento de gente joven es que habían estado trabajando en sus ciudades contra la impunidad policiaca, y ningún policía ha sido condenado y encarcelado por agredir a afroestadunidenses. Sólo uno, en Chicago, y nos tardamos 20 años en que fuera condenado.
Dohrn se refiere al caso del teniente Jon Burge, quien durante largos años comandó torturas en el sur de Chicago. Sus acusadores documentaron más de 100 casos de tortura a afroestadunidenses y lograron que 15 de 29 condenados a muerte en juicios montados sobre la tortura fueran declarados totalmente inocentes.
Burge fue condenado en 2008, pero por mentir a un gran jurado, no por ser un torturador. Sólo estuvo tres años en prisión y su caso ilustra, sostiene Dohrn, qué tan profundamente impune es la policía
.
Las manifestaciones de Fergurson y las posteriores, con la gente en las calles y protestando frente a las estaciones de policía, ha arrancado la máscara acerca de la acción policiaca en todo Estados Unidos
, de su acción violenta y abusiva como una práctica cotidiana.
La revisión que hizo New York Times a principios de la pasada década remite a los linchamientos y a la experiencia de la esclavitud en Estados Unidos, que es su fuente
.
En todo el sur de ese país, refiere Dohrn, hay gente que está decidiendo poner marcas en cada lugar donde hubo un linchamiento, en cada sitio donde un hombre negro fue sacado de la cárcel y colgado en un árbol o quemado vivo
.
En esas acciones de recordatorio, la entrevistada encuentra que EU no ha podido reconciliarse con su pasado. Sin mencionar las disparidades económicas, en el desempleo, en salud, ves a EU luchando todavía con el asunto de la esclavitud, sin poder reconciliarse con el hecho de que terribles crímenes fueron perpetrados en el pasado, y de que terribles crímenes pasan hoy
.
Durante cinco lustros, Dohrn representó a jóvenes afroestadunidenses en los tribunales. Con esa experiencia dice que si entras al tribunal juvenil de Cook County, en Chicago, puedes pasar tres días sin ver a un joven blanco.
La misma situación, que Dohrn no duda en llamar apartheid, se reproduce en todos los sistemas
. La abogada ejemplifica con el cierre de 50 escuelas públicas en Chicago, todas en la comunidad negra, por el alcalde Rahm Emanuel (recientemente relecto por una diferencia de 56-44 sobre Jesús Chuy García, un político nacido en México).
Obama significa todo y nada
Las historias de Chicago que cuenta la entrevistada ocurren muy cerca de la casa de la familia Obama. Por eso se le pregunta si, en términos de la cuestión racial
, la llegada de Obama al poder no significó nada.
Ella jala aire. En Chicago es muy conocida la cercanía de Obama con Dohrn y su esposo Bill. Vivían a dos calles de distancia, en el barrio universitario de Hyde Park, donde todavía se encuentra la casa del presidente de EU.
Dohrn tiene mil críticas a la gestión del primer presidente negro de EU, pero pone su llegada al poder en la lista de los 10 grandes momentos de su vida, al lado del nacimiento de sus hijos o sus nietos, o del día que conoció a su compañero de vida
.
“Fue asombroso, un gran avance. El hecho de que tanta gente blanca estuviera dispuesta a votar por un afroestadunidense fue un punto de quiebre. Pero por otro lado no significa nada.
“Obama es un lindo hombre, muy listo, y está sentado en el asiento del imperio. Está encargado del imperio global estadunidense, en casa y en el extranjero. Así que, sí, estamos en guerra con 10 países en el mundo, no sólo con Irak y Afganistán, sino en todos los lugares donde EU está usando drones y bombardeando. Sí, proclama paz, pero expande la guerra.”
En el contrapunto, Obama ha dado, juzga, algunos pasitos con muchas concesiones, en servicios de salud, no es un servicio universal, no es lo que queríamos
.
Con todo, su elección fue un enorme avance. Negarlo sería tonto, no es como cualquier otra persona, nunca será como cualquier otra persona. Por eso provoca un increíble veneno racista
.
El cálculo político de los republicanos, estima Dohrn, los ha llevado a no permitirle nada a Obama
, incluso cuando algunas propuestas del presidente formaban parte de su programa.
África en Estados Unidos
Con todo y que considera a Obama un hombre lindo
, Dohrn no pierde de vista que es el presidente del país todavía más poderoso del mundo. Es un imperio en declive, pero eso no significa que esté acabado. De cierta manera, revela las contradicciones con mayor fuerza que nunca. Debilitado económicamente, y sin embargo inmensamente poderoso y rico. Debilitado políticamente por las mismas razones por las cuales Obama fue elegido: una guerra sin fin, miseria en el mundo, sólo ambicionar más y más dinero, y sin embargo, súper dominante militarmente. Así que tienes la contradicción de un imperio en declive
.
La abogada va más allá: el neoliberalismo hace en Estados Unidos lo que hizo en África hace 20 años, o lo que hace ahora en el sur de Europa. Austeridad. No tenemos dinero para escuelas o para reparar las calles, pero hay un montón de dinero para construir nuevos estadios y casinos. La tendencia a la baja de un imperio. Así que es un momento peligroso en Estados Unidos. Lo puedes ver más vívidamente con el intento por provocar miedo y odio a los inmigrantes, a pesar de que los inmigrantes han sido parte de la identidad estadunidense desde siempre. Es un momento fascinante
.
Los jóvenes de ahora son mejores
–Un momento fascinante en el que también ves blancos votando por Obama o blancos en las calles de Ferguson.
–Sí, es una cosa muy esperanzadora. Hemos estado mucho tiempo con los jóvenes de Ferguson, porque es hora de que la generación de los 60 se retire del escenario y reconozca que ya es parte del pasado.
Estuvimos en todas las manifestaciones en Chicago, pero eran los jóvenes los que estaban a cargo, los jóvenes afroestadunidenses. Tienen un montón de cosas mejores de lo que teníamos: liderazgo horizontal, no un solo gran orador; muchas consultas y toma de decisiones de manera comunal. Por ejemplo, hicimos un plantón en el ayuntamiento; 25 jóvenes se reunían cada pocas horas, para decidir si nos quedábamos hasta que cerraran el edificio, si nos dejaríamos arrestar. Pero también, conforme transcurría el día, más y más blancos llegaban, y se enteraban que había un plantón en City Hall, y llegaban más negros y latinos también. Se sentaban durante una hora y se iban, a clases, a trabajar, y así. Eran muy cálidos, y tenían maravillosos usos del arte, y la música, los cantos y el rap, y también pequeños grupos donde discutíamos acerca de Ferguson, el racismo y la violencia policiaca contra los afroestadunidenses. Los admiraba muchísimo. Dieron la bienvenida a otros en sus filas, pero también eran muy claros respecto a quién estaba a cargo. Era su tema, su idea, su estrategia
.
El cambio no se logra desde arriba
–En México tenemos problemas en las escuelas, entre niños y jóvenes, derivados de la “guerra contra el narco”. Tanto Bill como tú tienen experiencia de trabajar con niños y jóvenes, y buscar alternativas desde la educación. ¿Desde la escuela se puede cambiar esa realidad?
–Por supuesto que se puede. Desde mi punto de vista, no se logra un cambio desde arriba. Obtenemos un cambio desde abajo, todo gran movimiento hacia adelante proviene de abajo, el fuego de abajo, no de hacerle demandas a la gente en el poder. No tenemos acceso a la Casa Blanca o a la oficina del alcalde, pero sí tenemos acceso a las escuelas y los lugares de trabajo, y las comunidades, y ahí es donde se lleva a cabo la organización.
“Así que, sí, creo que la lucha por buenas escuelas, para todos en Estados Unidos, es económicamente posible. Toda la gente en el poder tiene a sus hijos en las mejores escuelas, así que saben lo que es una buena escuela. El presidente, el secretario de Educación, el alcalde Emanuel y nosotros, todos enviamos a nuestros hijos al Laboratory School, de la Universidad de Chicago. Ahí el tamaño de los grupos es de 14 o 15, no 35 o 39, les dan idiomas, tienen seis bibliotecas, arte, música y atletismo, así que los niños encuentran su camino a la excelencia a través de una variedad de caminos, no uno solo. Y no, no tienen pruebas sin fin. Preparan a los niños para las mejores universidades, y sin embargo no les ponen pruebas, no muestran quién es el niño ni cómo aprende.
“Todo lo que tenemos que hacer es ver al uno por ciento para ver cómo se hace. Lo que los más privilegiados quieren para sus hijos, lo queremos para todos.
“A pesar de los incansables ataques contra los maestros en los últimos 10 años, aún tienes a jóvenes que quieren ser maestros. Uno de nuestros tres hijos es maestro de secundaria, en las orillas más pobres de Oakland, California. Es uno de los cientos de miles que dijeron, ‘esto es lo que quiero ser; este es el trabajo que me gusta hacer, aunque no me paguen nada’. Y están bajo un constante ataque por vivir del Estado, por recibir una pensión, por tener beneficios de salud.”
–Conocemos esa historia.
–Las escuelas son también el lugar donde los niños aprenden en el escenario del capitalismo en declive. Aprenden obediencia, disciplina y cómo amañar el sistema, lo puedes ver en todo Estados Unidos. Falsifican los resultados de las pruebas, los directores reciben un mayor salario si los resultados de las pruebas son buenos, así que hacen trampa, y presionan a los maestros para que la hagan. Así que lo incentivas de esa forma y eso es lo que obtienes, un sistema totalmente corrupto”.
–Esa falsificación que menciona me recuerda el modelo que algunos quieren aquí en México.
–Exportamos nuestras peores ideas. Pido disculpas. Es verdad, son exportadas, y Emanuel cerró 50 escuelas públicas en la comunidad negra, y ha abierto más de 50 escuelas privatizadas, con el dinero de nuestros impuestos, escuelas privadas que pagamos nosotros.
La guerra sí regresó a casa
–Usted estuvo una década en la lista de los más buscados de la FBI. ¿Piensa que estos temas de que hablamos –racismo, exclusión– son parte de la misma guerra que en los últimos años se nombra contra el terrorismo?
–Sí, lo es. No teníamos Seguridad Interna (Homeland Security) hasta el 9/11. El día después del 9/11, de pronto teníamos billones de dólares destinados a Seguridad Interna, que creo que es la versión nacional de lo que le hacemos al mundo. Así que es vigilancia. Por eso tenemos ahora, ya sabes, a los denunciantes (whistleblowers) y las revelaciones acerca de la recopilación de información.
“Una de las cosas que los jóvenes en Ferguson revelaron es que la fuerza policiaca ahí –un pobre pueblo diminuto– tiene todas las armas que Estados Unidos usó en Irak. Tanques, helicópteros, bombas de humo, armas de grueso calibre en ese pequeño sitio polvoso. Antes decíamos, traigan la guerra de regreso a casa, bueno, pues la guerra regresó a casa. Siempre regresa a casa. Y lo hace en forma de soldados que están desesperadamente enfermos y traumatizados. Regresan a casa en la forma de equipo militar y acción policiaca. Y regresan a casa por un montón de gente como el torturador de Chicago.”
Aunque en cierto sentido considera que los años 60 fueron maravillosos, Bernardine toca retirada para su generación cosa que, dice, no ocurre con la derecha. Dohrn y su marido lo vivieron en carne propia, pues sus fotos y su historia fueron utilizadas para relacionar a Obama, en la campaña de 2008, con terroristas
.
Todavía ahora, atada a sus viejos demonios, la derecha estadunidense culpa, como lo llegó a hacer el ex candidato presidencial John McCain, a la oposición doméstica de la derrota en Vietnam. Nada puede estar más alejado de la realidad
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Highlander y Ayotzinapa
Bernardine Dohrn y Bill Ayers decidieron salir de la clandestinidad luego del nacimiento de su tercer hijo. Volvieron a ver a sus padres. Regresaron a la vida pública y ambos se convirtieron en figuras de los derechos humanos y el antirracismo.
La vida los llevó a Highlander, la escuela de activistas fundada por el legendario Myles Horton, lugar por el cual pasaron los personajes clave de la lucha por los derechos civiles.
Bernardine rememora: “Myles fundó Highlander, en medio de los montes de Tenesi, a fines de los años 30 del siglo pasado. Era el único lugar en el sur en el cual los negros y blancos podían reunirse. Rosa Parks, Luther King, toda esta gente famosa estuvo en Highlander. Y no era porque Myles les dijera qué hacer: les ofrecía un espacio en el cual sentarse y pensar, un poco afuera de la refriega de la lucha. Cuando jóvenes estudiantes estaban luchando contra la desaparición y asesinato de su propia gente –algo muy parecido a Ayotzinapa–, iban a Highlander y discutían entre ellos cuál sería la respuesta. (Highlander mantiene en esta época su misión de cambiar el yo por el nosotros y promover el cambio por la justicia y los derechos civiles y humanos
).
Fue en Highlander donde King y los suyos “tomaron la decisión de llevar a estudiantes blancos (a Selma, Alabama) porque, mientras fueran negros, las muertes no atraían la atención. Si eran estudiantes negros los asesinados o desaparecidos, nunca eran portada del New York Times, pero Selma sí”.
También los Weather Underground tomaron sus decisiones, en 1970 y 71. Haríamos acciones simbólicas contra la guerra y que a lo que nos referíamos con lucha armada estaba más cerca de los tupamaros, que a una fuerza militar
.
Tiempos de valles y de montañas
Myles Horton dijo, al final de su vida, que hay tiempos de valles y tiempos de montañas. Si tienes suerte, puedes llegar a tener uno o dos tiempos de montaña, pero mientras tanto, haces el trabajo de valle. O Dubois dijo, ara el campo, no hay cosechas sin arar el campo. Es algo para siempre recordar en tiempos difíciles. No significa que puedes parar sólo porque no puedes ver el camino a la victoria
.
–Usted ha tenido valles y montañas.
–No me puedo imaginar vivir una vida plena sin poner todo tu empeño en contribuir a la historia. Fui lo suficientemente afortunada como para tener hijos y nietos. No siento que haya tenido una vida sacrificada. Tuve un amor. ¿Por qué habrías de querer mantenerte fuera de la lucha? Me parece una parte esencial de ser humanos.
Con la colaboración de Tania Molina Ramírez