Asunción.

La Conmebol eliminó a Boca Juniors de la Copa Libertadores 2015, luego de los ataques con líquidos tóxicos a jugadores del River Plate en el estadio de La Bombonera y le impuso una sanción de cuatro partidos como local a puertas cerradas, informó el organismo en un comunicado después de varias horas de deliberación.

El conjunto xeneize también tiene prohibido en cuatro juegos de visitante no vender boletos a sus aficionados.

El organismo del futbol sudamericano le impuso además una multa de 200 mil dólares por los incidentes del pasado jueves en el partido de vuelta de octavos de final contra los millonarios en el torneo continental.

De igual modo, suspendió tres encuentros al técnico Marcelo Gallardo por llamar sinvergüenza al árbitro del partido.

El organismo señaló que River Plate avanza a la siguiente ronda, en la que enfrentará al Cruzeiro de Brasil, en cuartos de final del certamen.

Boca Juniors había entregado ayer su alegato de más de 50 páginas. Después, representantes del cuadro millonario presentaron sus argumentos.

Los jugadores fueron atacados con capsaicina, según los resultados de los peritajes que se realizaron a sus playeras, informaron fuentes judiciales a medios argentinos.

El producto, un químico de color anaranjado extraído de los pimientos rojos, fue transportado en una botella de refresco y fue arrojado a los futbolistas a través del alambrado que divide la tribuna popular del estadio La Bombonera con el campo de juego.

El partido del jueves fue suspendido antes de iniciar el segundo tiempo. Además, los planteles estuvieron secuestrados en el terreno de juego unas dos horas, mientras hinchas violentos amedrentaban y lanzaban proyectiles desde las gradas contra la visita.

Cuatro jugadores del River afectados por la capsaicina se encontraban en reposo por inflamación de la córnea y este sábado se presentaron al entrenamiento, pero se fueron antes para chequeos médicos. Ellos son: Ramiro Funes Mori, Leonardo Ponzio, Matías Kranevitter y Gonzalo Martínez.

Caso aparte fue el de Sebastián Driussi, quien al principio no estaba entre los más afectados. El delantero de la Sub-20 argentina fue internado por dolores de cabeza y estomacales, aunque su estado no es grave.

Por otra parte, el ex entrenador César Luis Menotti aseguró que el encuentro pudo haberse reanudado, ya que los futbolistas todavía estaban en condiciones: Si están parados pueden jugar, no están muertos.

Agregó que los partidos tienen que disputarse y las determinaciones de la Conmebol quedan de lado, ya que si se pierden los puntos, esto no parará. Quiero que el partido se juegue. Los puntos se ganan adentro de la cancha, lo demás es puro debate.

El incidente, bautizado por la prensa local como el superbochorno, ha generado distintas opiniones.

Aníbal Fernández, jefe de gabinete, indicó que la única manera de terminar con la violencia es echar de los espectáculos a los responsables de esos desmanes. Es la solución que encontraron en Inglaterra con la violencia.

El presidente de la AFA, Luis Segura, reconoció que lo sucedido fue desgraciada e insólitamente nuevo pero deslindó a los clubes de responsabilidades.

Sin embargo el secretario de seguridad, Sergio Berni, atribuyó la culpa a los equipos.