En la conmemoración del Día del Maestro, profesores disidentes de diversos estados anunciaron que convocarán a un paro nacional de labores y se sumarán a un boicot electoral el próximo 7 de junio, ante la imposición de la reforma educativa y el rechazo del gobierno federal a suspender una evaluación punitiva de los docentes en servicio.

Miles de maestros se movilizaron en la capital del país ante el hartazgo y la indignación que causa un gobierno y una cúpula empresarial que sistemáticamente buscan responsabilizarnos del fracaso de una política educativa que nunca nos fue consultada.

Durante su protesta, en la que reiteraron que los profesores de México no tenemos nada que festejar, demandaron nuevamente la abrogación de las modificaciones al artículo tercero y 73 constitucionales, así como detener de forma inmediata el proceso para evaluar a los educadores en servicio.

Alertaron que mientras siga vigente la reforma educativa y la decisión de aplicar la primera evaluación de los maestros, prevista a partir de septiembre próximo en el ciclo escolar 2015-2016, ninguno de los trabajadores de la educación tiene plaza base. No hay estabilidad laboral, porque lo que se pretende es aplicar una evaluación punitiva que pone en riesgo nuestra permanencia en las aulas.

Encabezados por dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), cerca de 10 mil profesores –de acuerdo con reportes del Gobierno capitalino– de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Veracruz, estado de México, Morelos, Distrito Federal y Aguascalientes marcharon desde la estación del Metro San Cosme hasta la sede de la Secretaría de Gobernación, donde instalaron una mesa de negociación.

Rubén Núñez Ginés, secretario general de la sección 22 de Oaxaca, destacó que llegamos a Gobernación con una exigencia clara: la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y que se elimine el calendario para la aplicación de las evaluaciones de docentes. Si esto último no se cumple, no habrá más mesas de negociación con el gobierno federal.

Tras concluir el encuentro y durante el mitin que realizaron los docentes en las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes, Juan José Ortega Madrigal, dirigente del magisterio michoacano, insistió: mientras exista el fantasma de la evaluación, no habrá estabilidad laboral ni bilateralidad en las relaciones de trabajo con el gobierno.

Por ello, exhortó al magisterio nacional a prepararse para la defensa de la educación pública y su seguridad en el empleo. Hoy, dijo, el llamado es urgente a la unidad, a que no haya elecciones, si no hay una respuesta y un compromiso de que serán escuchadas y atendidas las propuestas de los profesores para ser evaluados, pero no de forma punitiva.

Durante la movilización, que paralizó las avenidas San Cosme y Paseo de la Reforma, padres y familiares de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, se sumaron a la marcha, y más tarde participaron en el mitin central en el que reiteraron que su lucha continuará hasta conocer toda la verdad.

Después que cerca de 200 granaderos impidieron al contingente magisterial continuar su marcha hacia el Zócalo, Enrique Enríquez, dirigente de la sección 9 del Distrito Federal, informó que tras poco más de tres horas de conversación con funcionarios de alto nivel de la Secretaría de Gobernación, no hubo ninguna respuesta a nuestro pliego nacional.

Agregó que en la reunión con las autoridades federales dejamos un planteamiento claro: deben detener la evaluación punitiva y abrir un diálogo con la CNTE, la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, a fin de analizar las propuestas de los docentes para establecer otros mecanismos de evaluación, porque no estamos dispuestos a renunciar a la plaza base.