Con excepción de Oaxaca, cuya agenda es política, no sindical ni educativa, la mayoría de los maestros del país asumimos con responsabilidad el compromiso de la reforma educativa, aseguró Juan Díaz de la Torre, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Luego del desayuno por el Día del Maestro ofrecido por el presidente Enrique Peña Nieto a la dirigencia magisterial y a los premiados por su antigüedad y desempeño docente, Díaz de la Torre reclamó: hoy debe hablarse de los maestros, de los que están trabajando. (Ustedes) le dan mucho interés a un sector de trabajadores en el que muchos no son verdaderos maestros, esa es la verdad, porque no hablan de temas educativos, sindicales, laborales ni profesionales. Ellos toman la reforma educativa como pretexto para apuntalar otros temas.

Interrogado sobre la expresión del jefe del Ejecutivo respecto del rezago en la calidad de la enseñanza para aquellas entidades donde no se aplica la nueva normatividad educativa, el dirigente magisterial insistió: únicamente se trata de Oaxaca.

Sólo la sección 22, dijo, no está de acuerdo. En Guerrero y en Michoacán las secciones sindicales que son miembros de la organización están trabajando. Esa es una realidad. En Guerrero, de 74 mil maestros, 97 por ciento está en las aulas respondiendo al compromiso de la reforma educativa.

Los maestros de Oaxaca, insistió Díaz de la Torre, tienen 30 años movilizados, y lo que han conseguido con eso es que se caigan los indicadores educativos de la entidad, que el mapa prestacional de los trabajadores no esté a la altura del país. Simplemente cito: del reconocimiento económico que reciben los compañeros de carrera magisterial de todo el país, más de 800 mil, esos dirigentes han decidido que en Oaxaca no aplica.

Por tanto, añadió, miles de profesores allá no reciben esa posibilidad. Esa sección sólo ha generado menoscabo de la imagen de los docentes. Insistió: hoy hay que hablar de los buenos maestros.

Momentos antes y como orador también en la ceremonia, Díaz de la Torre había refrendado el compromiso del magisterio del SNTE con el derecho constitucional a una educación de calidad.

En el SNTE estamos convencidos de que la vigencia de una escuela pública, laica, gratuita, obligatoria y de calidad representa un pilar insustituible para impulsar el desarrollo nacional, fortalecer nuestra democracia y consolidar la convivencia social armónica en un marco de legalidad y ejercicio pleno de las libertades.

Ubicó el respaldo de su gremio a la reforma educativa como la mejor forma de refrendar la alianza entre el SNTE y el Estado mexicano. Se trata, aseguró, de la más necesaria y la más urgente de todas.

Díaz de la Torre agradeció pública y puntualmente al presidente Peña Nieto el esfuerzo de su administración para dar una respuesta favorable a nuestro pliego nacional de demandas y de revisión salarial y reconocer, al mismo tiempo, el ánimo de diálogo, respeto y apertura que privilegió y que privó en las negociaciones.

Ofreció aportar a la sociedad mejores maestros, y por ello, resaltó, el SNTE se transforma y asume como nunca antes el valor y la trascendencia del aprendizaje continuo y permanente. Enumeró las acciones comprendidas en el Sistema Nacional de Desarrollo Profesional y ofreció impulsar la transformación educativa para construir una nación más justa y equitativa, y pidió no dar espacio al abatimiento, a la decepción o el desaliento.