Boston.

Dzhokhar Tsarnaev, uno de los dos autores del atentado del maratón de Boston del 15 de abril de 2013, fue condenado ayer a la pena de muerte por un tribunal federal, el cual lo halló culpable de seis de los 17 cargos fincados por el fiscal para ser llevado al patíbulo, durante un juicio que duró 10 semanas y requirió 14 horas de deliberaciones –repartidas en tres días– de un jurado de 12 personas. El ataque causó tres muertos y dejó 264 heridos.

Sentado, inmóvil, con las manos entrelazadas, mirando al suelo, Tsarnaev escuchó la sentencia del juez George O’Toole, la cual, pese a su contundencia, estará en los próximos días sujeta a apelaciones, lo que podría retrasar dos años la ejecución del joven de 21 años, la primera en un estado donde no se ha consumado una sola pena capital desde 1947 y donde las encuestas revelan que la mayoría de los ciudadanos rechazan ese castigo, restablecido en Estados Unidos en 1988.

Si las apelaciones no prosperan, la decisión judicial abre el camino para lo que podría ser la primera ejecución en el país de una persona acusada de terrorismo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. La condena ha sido además la decisión más esperada de un tribunal federal desde el atentado dinamitero en un edificio federal en la ciudad de Oklahoma hace dos décadas, el 19 de abril de 1995.

Tsarnaev y su hermano Tamerlan, quien tenía 26 años al cometer el atentado y fue ultimado por la policía días después, colocaron dos bombas caseras entre miles de personas que observaban la carrera el 15 de abril de 2013, a unos metros de la meta. Los artefactos, hechos con explosivos y metal aglomerado en una olla de presión de cocina, mataron a tres personas y provocaron heridas a 264, incluidos 15 individuos que les amputaron alguna extremidad.

Los hermanos Tsarnaev, provenientes de Europa del Este, llegaron con sus padres a Estados Unidos en la década de 1990. Son hijos de un checheno y una daguestana. Antes de que sus hijos perpetraran los atentados, los padres de los jóvenes abandonaron Estados Unidos y aparentemente nunca fueron a visitas en la prisión de Fort Devens, 70 kilómetros al sur de Boston.

Durante el proceso, el jurado –conformado en su totalidad por simpatizantes de la pena capital que votaron por la ejecución del joven de manera unánime– escuchó cerca de 150 testimonios de heridos y familiares. Uno de ellos, William Richard, padre de una de las víctimas, narró el momento en que decidió dejar morir a su hijo Martin, de ocho años, quien era mantenido con vida artificialmente debido a las heridas que sufrió en el ataque. Su hija Jane, quien hoy tiene nueve años, sobrevivió al atentado pero le amputaron una pierna.

Los fiscales describieron a Tsarnaev como un seguidor de la ideología de la red Al Qaeda, que coordinó el ataque en represalia por las campañas militares estadunidenses en Irak, Afganistán y otros países habitados mayoritariamente por musulmanes. Durante las pesquisas, los policías hallaron en poder de los hermanos Tsarnaev una guía impresa de la organización fundada por Osama Bin Laden para la fabricación de bombas artesanales.

Ningún remordimiento, ninguna disculpa. Son las palabras de un terrorista convencido que hizo lo que creyó correcto. Consideró justificado matar, mutilar y herir de gravedad a inocentes, hombres, mujeres y niños, afirmó la fiscalía federal durante los alegatos para demostrar la responsabilidad del joven, quien a los ojos de ex vecinos y ex compañeros de escuela era un joven tranquilo, sociable, estudiante de la Universidad de Massachusetts, que compartía sus logros personales en Twitter y, a veces, fumaba mariguana.

Los abogados de Tsarnaev, encabezados por Judy Clark, una prestigiada abogada especialista en juicios de acusados por delitos castigables con la pena capital, comenzaron el juicio reconociendo que su cliente cometió todos los crímenes de los cuales estaba acusado, a lo cual se sumó el asesinato de un guardia de seguridad del Instituto Tecnológico de Massachusetts para robarle una pistola.

No obstante, argumentaron que Dzhokhar tuvo un papel menor en una trama dirigida por Tamerlan, el hermano dominante y agresivo, quien falleció en un tiroteo con agentes de la policía, que fueron enviados en masa a perseguirlos durante cuatro días, impidiendo que salieran del área metropolitana de Boston.