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La responsable de la Unesco inaugura una conferencia en Egipto

Saquear y aniquilar antigüedades es una táctica de guerra, afirma Irina Bokova

Condenan actos perpetrados por el Estado Islámico, así como el contrabando de piezas pequeñas

 
Periódico La Jornada
Jueves 14 de mayo de 2015, p. 6

El Cairo.

La titular de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lanzó ayer una petición dramática, al señalar en El Cairo que la destrucción y saqueo de sitios arqueológicos en Medio Oriente –como los perpetrados por el grupo Estado Islámico en Irak– deberían ser condenados como crímenes de guerra.

La directora general de la Unesco, la búlgara Irina Bokova, también recalcó durante la inauguración de una conferencia en Egipto que el robo y la destrucción de antigüedades en la región es una táctica de guerra.

La conferencia se realiza en respuesta a la destrucción de templos y artefactos antiguos en Irak perpetrada por el grupo extremista Estado Islámico, así como el saqueo y contrabando de antigüedades en Siria, Egipto y Libia.

Hay mucho en juego, declaró Bokova. “La destrucción y saqueo de museos y sitios arqueológicos ha llegado a niveles sin precedente. La destrucción de la herencia cultural, la depuración cultural, es utilizada como una táctica de guerra para aterrorizar a las poblaciones, para financiar actividades criminales y para esparcir el odio.

Debemos considerarlo como es: un crimen de guerra, subrayó a la audiencia de 10 naciones árabes en El Cairo.

Videos recientes que han aparecido en redes sociales muestran a milicianos del Estado Islámico destruyendo artefactos antiguos en museos de Irak y demoliendo templos de 3 mil años de antigüedad, aniquilando así una herencia invaluable, lo que provocó indignación en la comunidad arqueológica y las organizaciones internacionales.

En algunos videos se puede ver a los combatientes destruyendo a martillazos los icónicos toros alados de Asiria y desprendiendo los arreglos florales del palacio de Asurbanipal II en Nimrud, antes de que todo el lugar fuera destruido con explosivos.

Los expertos especulan que las piezas de mayor tamaño son destruidas ante las cámaras, mientras los artefactos más pequeños como figuras, máscaras y tabletas cuneiformes se llevan de contrabando a Turquía, donde ingresan al mercado negro de antigüedades.

El Estado Islámico controla grandes partes de territorio en Irak y Siria, una zona en la que se ubican invaluables tesoros históricos. Deborah Lehr, de la Coalición de Antigüedades, el grupo que organizó la conferencia en El Cairo, subrayó que los artefactos saqueados por estos grupos provenientes de Siria e Irak están valuados en miles de millones de dólares.

De acuerdo con Lehr, los extremistas daban a conocer estas imágenes para intimidar a aquellos que disfrutan de las creencias que son ajenas a su muy estrecha visión y para financiar sus causas nefastas.