Édgar Sosa no se engaña. Sabe que nadie le da posibilidades de arrebatar el cinturón mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) al nicaragüense Román Chocolatito González, tres veces campeón en distintas categorías e invicto en 42 peleas.

Sé que en el papel se mira una pelea complicada, porque está invicto, dice el capitalino sobre el combate de este sábado, en el que tratará de desbancar al monarca en Inglewood, California, pero yo tengo un buen respaldo: una amplia experiencia en la que también he sido campeón del mundo.

En cada acto público en el que se presenta le recuerdan que Chocolatito es considerado el mejor en la división de los pesos pequeños y que nadie ha podido vencerlo. Todo el tiempo escucha que tiene pocas probabilidades de ganar.

Eso me da tranquilidad porque no tengo nada que perder. Toda la presión será para él porque está obligado a ganar, dice Sosa en tono desenfadado.

Sosa se hizo campeón del mundo en peso minimosca por el CMB cuando venció al hawiano Brian Viloria, también contra los pronósticos. Después hizo 10 defensas exitosas.

La undécima fue polémica, pues perdió tras un cabezazo que le propinó el filipino Rodel Mayol, lo que lo alejó del cuadrilátero para ser operado de una doble fractura en el rostro. Desde entonces no ha podido volver a ceñirse una corona.

Sosa apelará a su amplia experiencia para ganarFoto Jam Media

Me siento bien en este momento; llego en estupenda forma física y mental, a diferencia de otras veces en las que no pude con el reto, sostuvo.

Aunque la balanza de las opiniones lo coloca del lado de la derrota, no se inquieta por eso. La reconoce, dice que como pura matemática un boxeador siempre lleva una probabilidad de perder, pero eso no lo desconcentra.

La posibilidad de perder es real, pero uno piensa en otras posibilidades, uno se prepara para ganar y el único desenlace que uno ve es bajar del cuadrilátero con la mano en alto, cuenta Sosa. Si llegara a perder, pues tendría que detenerme a pensar qué ocurrirá con mi carrera, hacia dónde iré.

Sosa prefiere ver el reto de enfrentar al mejor de la división como un examen infalible para ubicarse dentro de la división. Lo que ocurra el sábado le dará una perspectiva muy real del lugar que ocupa en el boxeo.

Sosa se muestra tranquilo. Para él, dice, la única estrategia es apelar a su amplia experiencia; llegará sin presiones, a hacer el trabajo, y con la única certeza de que quien tiene todo por perder es el campeón.