Dirigentes y diputados de PRD, PRI y Morena se manifestaron ayer en contra de los grupos de choque que operan en al menos ocho delegaciones políticas del Distrito Federal y que sirven a funcionarios públicos o líderes partidistas para generar violencia durante el actual proceso electoral.

Entrevistados por separado, los presidentes capitalinos de PRD, Raúl Flores; PRI, Mauricio López, y el representante de Morena ante el Instituto Electoral del DF, Froylán Yescas, externaron que ese tipo de situaciones no son sanas para la vida democrática de la ciudad, por lo que se les debe poner un alto.

Con esa postura coincidieron, con sus matices, los asambleístas Alejandro Ojeda, Gabriel Godínez y Angelina Hernández, así como la vicecoordinadora del PRD en la Cámara de Diputados, Aleida Alavez.

Mauricio López comentó que entre la población “se habla de más grupos de choque de los que da cuenta La Jornada, como el del Corral y el de Barrio Norte, en Álvaro Obregón, que se encuentran vinculados a la delegación; además, se pueden contar las agrupaciones de presión, que son los verificadores o los operadores de programas sociales, que andan por ahí amenazando a la gente que no les darán sus apoyos si votan por un partido distinto al de la Revolución Democrática”.

–¿El PRI o sus liderazgos tienen vínculos con grupos de choque?

–El partido no tiene vínculos con ese tipo de grupos, y de los líderazgos, no lo sé. A esas agrupaciones que les pagan por hacer actividades ilegales los condenamos, los denunciamos y exigimos que se investigue, pues no es sano para la democracia de la ciudad.

Froylán Yescas dijo que la existencia de los grupos de choque no es una novedad en el sistema político mexicano; lo que ha cambiado ahora es que se han ligado a autoridades delegaciones y han incluido a líderes de esas organizaciones en sus nóminas, como los porros del Politécnico que cobran en la delegación Gustavo A. Madero de Víctor Hugo Lobo, o el caso de (Mauricio) Toledo vinculado con gente igual”.

Raúl Flores, del PRD, comentó que los grupos de choque surgieron con el PRI, cobraban en el entonces Departamento del Distrito Federal y ejercían una violencia institucionalizada, pero ahora eso cambió, aunque quedan algunos resabios, que se manifestaron en Cuajimalpa el pasado miércoles.

Nada justifica que partido alguno tenga esta relación con grupos violentos, incluido el PRD, y debe haber un deslinde, remarcó el perredista.