Capital
Ver día anteriorLunes 11 de mayo de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Madres trabajan para preparar regalos y fiestas del 10 de mayo
Foto
La Plaza de Garibaldi fue escenario de los festejos por el Día de las MadresFoto Marco Peláez
 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de mayo de 2015, p. 29

Gran cantidad de puestecitos con flores, globos, chocolates y tazas, entre otras mercancías, que costaban desde 10 hasta 250 pesos, aparecieron durante el fin de semana en las esquinas, afuera de mercados y establecimientos mercantiles. Se trata de la economía emergente de la celebración del 10 de mayo.

Estos días son una oportunidad para ganarnos algo, comentó Ricardo, quien ofrece rosas colocadas en la cajuela abierta de su auto.

Como botón de muestra de la condición que padecen muchas mujeres, la mayoría de quienes atienden los puestos de galletas, libretitas, canastas con frutas, envolturas de regalos y bolsas de imitación, son madres, incluso, en algunos casos, trabajan acompañadas por sus hijas.

Sara recibió un pequeño arreglo de flores y una caja de chocolates con licor. Lo celebra porque su hijo de 15 años se esforzó para juntar el dinero necesario. Al preguntarle por su obsequio ideal, como muchas mujeres entrevistadas con niños aún por atender, contestó que un poco de tiempo para una, estaría bien.

Otras mujeres tuvieron deseos más materiales, como pasar un día en un spa, recibir un vale para disfrutar de manicure y pedicure, o perfumes, un camastro en la playa y hasta una camioneta.

Festejadas entre multitudes

Los que acapararon la mayor parte de los conglomerados de paseantes fueron los centros comerciales y restaurantes, aunque no resultaron el mejor escenario para las mamás.

“Todos los días corres, subes y bajas, y en ‘tu día’ te tienen esperando en una inmunda fila para comer”, lamentó Alma, en medio de una multitud y quien más bajito comentó que preferiría el libro más reciente del escritor japonés Haruki Murakami.

Las madres de cabello blanco explicaron que lo que más esperan es ver a sus hijos y pasar tiempo con ellos, aunque sea en medio del bullicio de una avenida.

El peor obsequio sería que fueran todos a la casa. Ahí los tendría que atender, comentó doña Fabiola, sentada en una banquita en lo que sale la orden de pollos que la familia pidió para comer ahí.

Algunos restaurantes ofrecieron promociones, bebidas gratis e incluso pastel, para la señora de la casa.

Otras mamás no hablaron de regalos, sino de desayunos y obsequios hechos por sus hijos, además de permanecer en casa descansando.

Irene, quien salió al mercado sólo a comprar algo de comer para la familia, explicó que ellos prefieren ni salir. Hay más tráfico, mucha gente en la calle y no hace falta tanto para celebrar, aseguró.