La Academia de Artes rindió homenaje al artista en el centenario de su natalicio
una conciencia estética singular; un neovanguardista poseedor de varios léxicos
Jueves 16 de abril de 2015, p. 5
La Academia de Artes rindió homenaje al arquitecto y escultor alemán-mexicano Mathias Goeritz (1915-1990), con motivo del centenario de su natalicio, que se cumplió el 4 de abril, al que asistió su hijo, Daniel Goeritz Rodríguez.
En el auditorio del Museo Nacional de San Carlos, recinto donde la academia tiene su sede, tres de sus integrantes de número, Louise Noelle Gras, Manuel Marín y Carlos Blas Galindo –su ponencia fue leída por el arquitecto paisajista Mario Schjetnan–, se refirieron al quehacer creativo de Goeritz, así como el invitado Cristóbal Jácome.
En 1987 el homenajeado ingresó a ese cuerpo colegiado como académico honorario, adscrito a la sección de escultura.
Louise Noelle Gras habló de Goeritz y la revista Arquitectura/México, en la que tuvo una sección de arte
entre 1959 y 1979. La investigadora expresó que el Manifiesto de arquitectura emocional, publicado por Goeritz, es una de sus primeras incursiones en la literatura, lo que muy pronto se convertiría en actividad paralela a la creación artística.
Hoy resulta indispensable señalar que las entregas de Arquitectura/México ocupan un lugar fundamental en la historia del arte mexicano, por su intención vanguardista a la que se suma la novedosa documentación de ciertas tendencias
, acotó la ponente.
Para el artista Manuel Marín, Goeritz “estimuló mucho las manifestaciones artísticas de los grupos emergentes de los años 70 del siglo pasado en México. No sólo fue un relevante escultor, arquitecto y urbanista, sino que abrió una puerta muy amplia a las nuevas corrientes artísticas de un terreno conceptual que planteaba la contradicción del artista aislado y la sociedad convulsa y anegada en unas estéticas disparatadas y descalificadoras.
Siempre buscó recobrar el sentido de trascendencia casi mística de una espiritualidad tangible, todo ello bajo un estricto programa racional, constructivo y emocional. Goeritz es un artista, un maestro, pero principalmente una conciencia estética singular.
Neovanguardista con varios léxicos
Según el crítico de arte Carlos Blas Galindo, Mathias Goeritz fue un neovanguardista que cultivó varios de los léxicos o de los géneros que fueron incipientes o predominantes entre los años 60 y 80 de la pasada centuria. Y si consiguió realizar aportaciones de gran magnitud para la historia del arte, se debió tanto a su muy desarrollada capacidad para estar atento a los requerimientos culturales de su tiempo, como a sus muy ejercitadas aptitudes para encontrar soluciones con las cuales solventar tales necesidades.
Cristóbal Jácome señaló que el reciente interés en la obra de Goeritz se debe en parte a la recuperación que hizo la Universidad Nacional Autónoma de México hace una década de una de sus máximas obras: el Museo Experimental El Eco.