Una región más segura contribuirá a alcanzar mejores niveles de desarrollo y competitividad en América del norte, coincidieron los gobiernos de México y Estados Unidos tras advertir que la delincuencia organizada representa una amenaza significativa y creciente a la seguridad nacional e internacional, con implicaciones en la vigilancia y salud públicas, así como en instituciones democráticas y la estabilidad económica.

Durante la reunión del Grupo Bilateral sobre Cooperación en Seguridad, realizada en la ciudad de Washington, representantes de ambos gobiernos señalaron que las redes criminales “están diversificando sus actividades y creando nuevas amenazas a la gobernabilidad, estabilidad y seguridad.

Como vecinos, socios y amigos reafirmamos nuestro compromiso de trabajar conjuntamente para hacer frente a las causas de origen y combatir los efectos negativos de la delincuencia trasnacional.

En un texto de 18 puntos acordaron continuar haciendo frente a los ilícitos trasnacionales desde los niveles estratégico y operacional, incluyendo esfuerzos para combatir las actividades ilegales, como el tráfico de drogas y armas, trata y tráfico de personas, y los flujos financieros clandestinos que fomentan la criminalidad.

De igual forma, trabajar para reducir la violencia trasnacional y la actividad delictiva a lo largo de la frontera, con el fin de promover el comercio y los viajes legítimos, así como la seguridad de las comunidades y el combate a la actividad criminal, y permanecer alerta a la amenaza del terrorismo.

Entre los acuerdos adoptados se prevé revisar los programas y estrategias de cooperación para identificar aciertos y ajustarlos a las prioridades de los dos gobiernos. En ese contexto, hemos convenido que las amenazas y riesgos deben ser enfrentados de manera integral y balanceada, centrada en el espectro completo de la actividad criminal, en las causas del crimen y sus efectos en nuestros ciudadanos.

Ambos países se comprometen además a que, en el ejercicio de sus acciones, se pondrá especial interés en salvaguardar el respeto a los derechos humanos de todos los individuos y fortalecer el estado de derecho, incluyendo el intercambio de mejores prácticas para fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.

Estados Unidos y México continuarán fortaleciendo y facilitando el intercambio de información entre las agencias de procuración de justicia, seguridad y gestión de la frontera, con el objetivo de mejorar la eficiencia en su trabajo y la cooperación bilateral, así como enfrentar y prevenir la amenaza común de la delincuencia trasnacional.

Manifestaron su acuerdo de continuar la colaboración bajo la Iniciativa Mérida y trabajar conjuntamente “en prevenir incidentes de violencia, aumentar la seguridad de los ciudadanos e incentivar un ambiente que propicie el comercio y viajes legítimos.

El tráfico de armas y municiones es un grave delito que debemos prevenir y combatir con toda firmeza. Ambas partes reconocen el riesgo que representa el tráfico de armas de fuego, por lo que fortalecerán sus esfuerzos e instrumentarán plenamente los compromisos adoptados en el marco de los mecanismos existentes.