El bloque opositor en el Instituto Nacional Electoral (INE) no volverá a la mesa del consejo general hasta que el presidente del organismo, Lorenzo Córdova, demuestre una actitud imparcial, en particular frente al comportamiento del Partido Verde.

Este viernes, Córdova hizo un nuevo intento para que los representantes de siete de los 10 partidos políticos, así como cuatro del Poder Legislativo, se reincorporen a las sesiones. Su intención es deshacer el nudo de inmediato para que mañana (domingo) se presenten todos al consejo. De no lograrlo, sería la segunda sesión con asientos vacíos.

Ayer, el presidente del INE entregó al bloque rebelde una segunda carta, en una nueva reunión privada, pero no hubo resultados positivos para el abogado, pese a que dio respuesta –verbalmente y por escrito– a cuatro de 15 puntos que detonaron la crisis actual en el consejo, al tiempo de asumir la responsabilidad de la misma.

Como presidente del INE asumo la responsabilidad de encontrar el cauce institucional para desahogar las diferencias que han llevado a sus partidos a retirarse de la mesa del Consejo General. Sólo a través del diálogo podremos celebrar elecciones libres, legales y pacíficas, dijo.

Córdova argumentó en favor del regreso de los rebeldes la aprobación de los acuerdos sobre imparcialidad y programas sociales, cuya discusión había sido pospuesta.

Destacó la aceptación de la renuncia de Alfredo Cristalinas, en el despacho de la unidad fiscalizadora (quien ayer se paseaba sonriente afuera del cubículo del Partido del Trabajo, donde se realizó la reunión con los representantes partidistas).

En la carta, el consejero presidente les dice también que dio instrucciones para que los partidos tengan acceso al sistema informático del área de quejas, a fin de que puedan darles puntual seguimiento.

El cuarto punto es una promesa para impulsar entre los consejeros la apertura de espacios para procesar de mejor manera los acuerdos de las comisiones que eventualmente han de ser discutidos en la mesa del Consejo General.

Y concluyó la misiva con otro llamado respetuoso a los representantes de los siete partidos políticos nacionales a reincorporarse a los trabajos del Consejo General, pero no pone el dedo en el renglón del Partido Verde, cuya multa por desacato (al continuar la transmisión de los mensajes en salas de cine) podría alcanzar 30 millones de pesos, según versiones difundidas en el INE.

Unos y otros dijeron que el encuentro se realizó en buenos términos, más aún, el consejero mandó decir que el diálogo sigue abierto y que en breve el instituto volverá a la normalidad. Todo marcha bien, aseguró a su equipo.

Según integrantes del grupo opositor, Córdova confirmó la existencia de un proyecto para sancionar al Verde, así como para la aprobación de Eduardo Gurza Curiel como titular de la Unidad Técnica de Fiscalización; sin embargo, los rebeldes quieren pruebas concretas y ésta sería una multa millonaria al Verde por el caso de los llamados cineminutos.

Por lo pronto, se reducen las posibilidades de volver a la normalidad este fin de semana, porque no hay modo, ni legal ni operativo, para que la multa grande se discuta antes del lunes.

No podemos actuar con ingenuidad, se requiere el cumplimiento de los 15 puntos, coincidieron los representanters de PAN y Morena

Por supuesto, afirmó uno de los representantes partidistas, Córdova salió tenso del encuentro porque no consiguió la garantía de que volveremos al consejo el domingo.

Después de las declaraciones a la prensa, los asistentes caminaron hacia sus oficinas. En el estrecho pasillo que comunica el cubículo del PT con el resto del edificio, apareció de pronto, entre Horacio Duarte, de Morena, y Francisco Gárate, del PAN, el representante del multicitado Partido Verde, Jorge Herrera. En broma, Duarte le dijo de frente: pues ya una vez aquí te echamos montón.