Los cuadros ocupan una línea borrosa
entre lo figurativo y lo abstracto: Mario Lavista
Sábado 28 de febrero de 2015, p. 4
La música es un elemento esencial para Sandra Pani, según refirió la pintora. No sólo por el deseo trunco de ser concertista e incluso a la fecha tocar de forma eventual el piano. También, porque siempre que trabaja en alguna pieza escucha música clásica de fondo, generalmente de Bach.
A ello se suma que en algunas de sus muestras convergen ambas disciplinas artísticas, como en la más reciente, Desnudatio perfecta, que desde el pasado 12 de febrero se exhibe en el Palacio de la Escuela de Medicina, en el Centro Histórico de la capital del país.
Para este proyecto, la artista invitó a nueve compositores nacionales con el fin de que escribieran igual número de piezas sonoras que dialogaran e interactuaran con los 25 lienzos reunidos por Pani.
Ellos son Mario Lavista, Georgina Derbez, Lorenzo Medina, Alejandro Moreno y Jorge Torres, así como Javier Álvarez, José Luis Hurtado, Víctor Ibarra y Hebert Vázquez, quienes realizaron sus respectivas composiciones a partir de las creaciones que Sandra Pani elaboró ex profeso para esta exhibición.
La noche del pasado jueves los cinco primeros músicos mencionados ofrecieron una charla pública en ese recinto durante la que compartieron experiencias sobre aquel proceso, como parte de la muestra, que incluye la grabación de un disco compacto.
Moderados por José Ignacio Prado Feliu, curador de Desnudatio perfecta, Mario Lavista describió que la obra de Sandra Pani se ubica en el límite entre lo figurativo y lo abstracto, en una línea muy borrosa
entre ambos mundos, aspecto que el compositor identifica con su propio quehacer.
Es un límite que me interesa mucho, porque tiene que ver con mi música; es temática, nunca abstracta, los temas se confunden con el fondo
, explicó quien es uno de los compositores más relevantes de Mexico.
Yuxtaposiciones y nodos
Mario Lavista habló de la relación perenne entre pintura y música, de cómo artistas de las dos disciplinas han tomado como fuente de inspiración, y precisó que en su caso se trata de un acercamiento más poético que científico, no sólo en referencia a Sandra Pani, sino a otros pintores.
“Hay una manera bastante obvia de relacionar música y pintura, que sería científica, en la que a cada color corresponde un sonido. Ese acercamiento no me interesa para nada.
Me interesa más el acercamiento se índole poético, acercarme a un cuadro y tratar de responder con música qué es lo que se escucha dentro del mismo
, indicó Lavista.
Georgina Derbez destacó que su pieza busca recrear esa inquietud de la pintora por recuperar elementos esenciales, como la figura humana, los árboles y la columna vertebral para luego descomponerlos y transformarlos en algo diferente y novedoso, en figuras poco evidentes.
Fue así que, comentó, recurrió al último movimiento del cuarteto Para el fin de los tiempos, de Olivier Messiaen, y lo sometió, desde un punto de vista musical, a un proceso similar al de la pintora en su trabajo.
Alejandro Romero, en su turno, explicó que se centró en traducir al ámbito sonoro los movimientos internos de la obra de la artista, mientras Lorenzo Medina refirió que su partitura repara en la idea de las yuxtaposiciones y los nodos, otra característica del quehacer de Sandra Pani.