Hace más de cinco lustros señaló la liga mafia-empresarios en México, expresó su viuda
Sábado 28 de febrero de 2015, p. 3
En un ambiente amistoso y antisolemne, saturado de anécdotas, se recordó al escritor Federico Campbell (1941-2014) a un año de su fallecimiento.
La noche del jueves, en el café La Gloria –en la colonia Condesa– se reunieron Carmen Gaitán, viuda de Campbell; la periodista Blanche Petrich, el poeta David Huerta, Eduardo Clavé, María Cortina y Eduardo Vázquez Martín, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, entre otros amigos, colegas, familiares y vecinos, que acudieron a ese lugar al que el homenajeado solía asistir.
En la tertulia, titulada La Condesa de Campbell: un año sin Fede Erratas, los invitados recordaron al hombre, al periodista, al gran charlador, a la calidad de su obra, a su legado y su amor por Tijuana; también fueron develadas sus pasiones, como el gusto por la sastrería, la música clásica y la adquisición constante de plumas de tinta china.
Esta reunión es para celebrar la amistad, la vida, la convivencia, la complicidad de todos nosotros con Federico Campbell. No hemos querido hacerla en los recintos tradicionales de la cultura, porque el homenajeado ha sido habitante de este barrio, un comensal y un peatón
, explicó Vázquez Martín.
Carmen Gaitán, quien compartió 28 años con Campbell, recordó lo visionario y el oráculo
que significó el escritor al referirse hace más de 25 años a la descomposición de este país, que estaba gobernado por empresarios y había caído en una especie de Sicilia alterna, donde la mafia y los empresarios eran quienes dictaban las leyes y los presidentes se podían elegir ni más ni menos que por los canales de televisión
.
La directora del Museo Nacional de San Carlos también recordó: Federico pensaba que sólo tenía 25 lectores y que no había llegado al portal de la fama, pero ahora donde quiera que esté le refrendo que sí era leído y lo logró con la literatura para la cual vivió toda su vida
.
Redición de Periodismo escrito
Carmen Gaitán dijo que en la computadora de Federico Campbell fueron encontrados una serie de textos inéditos, “los cuales unimos con un libro que se titula El regreso a casa, donde se muestra su obsesión por Tijuana, su terruño”. Además, adelantó que se reditará Periodismo escrito, por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Blanche Petrich, reportera en La Jornada, evocó lo que Campbell dijo una vez en Guadalajara: “el ejercicio del diarismo inocula al periodista, en particular a quienes nos dedicamos al reporteo, inhabilitándonos para desarrollar otros géneros de opinión, y más aún, la literatura porque, como se sabe o debería saberse, la ficción nos está estrictamente vedada. La ficción, subrayó, no así los recursos de la imaginación, el asombro y la creación, hermanas revoltosas de la escritura.
“Me lo tomé a pie juntillas –prosiguió Petrich– y esa certeza de que, porque soy reportera ya estoy vacunada y no podrás jamás hacer otra cosa que los géneros inherentes a mi oficio, me dio cierta tranquilidad, como si fuera Valium.
“Entendí, ingenuamente, que mi parálisis para desarrollar mi anhelo siempre postergado, la columna, era válida, legítima; simplemente un ‘mal’ propio de nuestro oficio. Un mal de muchos.”
Campbell, puntualizó, “era literato y periodista de hueso colorado, atrapado siempre en las redes de los acontecimientos extraordinarios y al mismo tiempo cotidianos, vulnerable al canto de las sirenas de las posibilidades de divulgación que ofrecen los medios de comunicación: Radio Educación, La Jornada Semanal, Milenio Semanal, Proceso y muchas otras experiencias, sobre todo y muy destacables las de los sacrificados medios de la mal llamada ‘provincia’”.