El paulatino hundimiento diferencial del suelo en Santa María Nativitas provocó agrietamientos y fisuras en techos, muros y pisos de 63 viviendas, una secundaria y la iglesia, en el centro del poblado, a unos pasos de donde se ubica un pozo, que ha sido sobrexplotado para abastecer a la zona.

Un diagnóstico de Protección Civil de la delegación Xochimilco, realizado a petición de la comunidad, advierte que todas las casas están en una situación de alto riesgo, y una de ellas se encuentra en riesgo inminente, por lo que ya fue desocupada.

A principios de la década de los 90 del siglo pasado, a decir de los pobladores, se presentó un problema igual que afectó un número similar de viviendas, las cuales fueron demolidas y reconstruidas por las autoridades.

Miguel Ángel Solares, integrante de la comisión de vecinos de Santa María Nativitas, recordó que durante la gestión de Juan Gil Elizondo se contrató a la empresa Geotec para realizar un estudio del suelo, el cual determinó que el hundimiento obedecía a la sobrexplotación de los mantos acuíferos.

“Su resolución fue tan contundente, que recomendó el cierre de uno de los dos pozos que se encuentran en el pueblo y desde entonces está clausurado. El problema –agregó– es que el que se mantuvo abierto se convirtió en el principal abastecedor de Santa María Nativitas y sus alrededores”.

Desde hace dos años, los pobladores han ejercido presión para reducir la explotación del pozo, pues ahí acuden las pipas del servicio público que abastecen los asentamientos irregulares, y las del sector privado, que revenden el líquido, pero a pesar de su movilización no lo han logrado.

Enrique Aponte, director responsable de obra (DRO), quien ha documentado gráficamente las afectaciones, indicó que además de las viviendas se han registrado fisuras en la iglesia del pueblo que data del siglo XVI. En las cúpulas y los muros se abrieron grietas de hasta 20 centímetros, que ya se han reparado, comentó.

La secundaria también resultó con daños. El año pasado hubo una recimentación de una parte del edificio y Protección Civil pidió que se desocuparan unas aulas, pero después regresaron a los muchachos, refirieron los vecinos.

Los habitantes exigieron a las autoridades delegacionales y capitalinas que se regule la extracción de agua del pozo y se atienda el daño patrimonial ocasionado a las familias, pues a pesar del diagnóstico de Protección Civil, en el que se atribuyen las afectaciones a la extracción del agua, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) busca que sean los afectados los que reparen sus propiedades.

Quiere que los vecinos le paguen a un técnico para que les diga qué es lo necesitan hacer y que tramiten ante el Instituto de Vivienda (Invi) los préstamos, cuando fueron ellos los que hicieron los daños y tienen la obligación de dar la asesoría y conseguir los recursos, apuntó Armando Solares.

Los vecinos acudieron a una reunión en la sede delegacional con distintas dependencias, a la que el Sacmex no acudió a pesar de estar convocado.