Moscú.

Funcionarios que en provincia han hecho fortuna –en dos de los sentidos más conocidos de la palabra: suerte y dinero– gracias a posicionarse como firmes seguidores del presidente Vladimir Putin siguen causando indignación a sus compatriotas.

La región de Sverdlovsk, inserta en los montes Urales y Siberia occidental, ofreció este jueves otra muestra de ese estilo de gobernar por cuenta de Nikolai Kosariev, copresidente de la filial del Frente Popular, organización social creada por el Kremlin para apoyar a Putin.

Ante maestras que exigían un aumento salarial debido a la severa crisis que en cuestión de meses redujo a la mitad sus ingresos, el también rector de la Universidad Estatal Minera de los Urales propuso una solución: Veo que aquí en la sala hay muchas mujeres. Permítanme darles un consejo: piensen más en su vida privada y encuentren un marido rico. En Rusia hay muchos hombres que valen la pena...

El escándalo, minimizado en la prensa oficialista, no se hizo esperar en las redes sociales rusas y desde hoy Kosariev adquirió tanta notoriedad como Ilia Gaffner, presidente del comité agrario de la Asamblea Parlamentaria de Sverdlovsk, quien recomendó comer menos a los rusos que se quejan por la falta de recursos.

Uno y otro, después de meter la pata, no tardaron en esgrimir la defensa más fácil, esto es, que sus palabras fueron sacadas de contexto: que si la mujer debe trabajar por amor al arte y su marido dar sustento al hogar, mientras la consorte dedica la mayor parte de su tiempo a parir y educar a los hijos, dijo Kosariev, y que si los alimentos grasosos pueden afectar el corazón, afirmó Gaffner, por mencionar sólo dos tardías explicaciones.

El Frente Popular, en una primera reacción desde su sede en Moscú, descalificó a Kosariev y exigió que se disculpe. Ese tipo de declaraciones son humillantes y dañan al Frente Popular. Las maestras trabajan en aras de buenas ideas y metas, y su esfuerzo debe recibir una justa remuneración, señaló Tamara Pashutina, miembro de la dirección de esa organización.

A nadie debe importar si una maestra tiene o no un marido rico, y eso no puede ser criterio para establecer su salario ni tampoco interesar a Kosariev, agregó.