Beirut.

La organización militar religiosa Estado Islámico (EI) difundió este jueves un video de cinco minutos en el que muestra a varios de sus miembros cuando destrozan con mazos y taladros algunos frisos y esculturas religiosas premusulmanas en un museo de la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.

Una de las piezas representaba a una deidad protectora asiria con forma de toro alado y estaba datada en el siglo IX antes de Cristo.

Expertos en arqueología lamentaron las acciones y las compararon con la demolición de los Budas de Bamiyán en 2001, a manos de los talibanes afganos.

La directora general de la Unesco, Irina Bokova, pidió inmediatamente la convocatoria de una reunión de crisis del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para discutir el ataque a los objetos, algunos de los periodos asirio y helenístico.

Musulmanes: estas estatuas eran ídolos para la gente de tiempos antiguos, que las adoraban en lugar de adorar a Dios, afirmó uno de los combatientes ante la cámara.

En tanto, trascendió que un miliciano con acento británico que apareció en videos de decapitaciones perpetradas en Siria y difundidos por el EI en los dos últimos meses tiene notable semejanza con un hombre llamado Mohammed Emwazi, criado en Londres en una familia acomodada, y a quien la prensa internacional ha identificado como Jihadi John.

La organización Cage, con sede en Londres, que trabaja con musulmanes en conflicto con los servicios de inteligencia británicos, informó que su director de investigación, Asim Qureshi, notó la fuerte semejanza, pero aclaró que por la capucha que oculta la cabeza del miliciano no hay modo de que tenga certeza absoluta.

Un estudio sobre radicalización y violencia política elaborado por el King’s College de Londres, que rastrea a los combatientes en Siria, también opinó que la identificación es correcta. El gobierno británico y la policía no quisieron confirmar o negar su identidad, con el argumento de que hay una investigación antiterrorista en curso.

Según The Washington Post y la BBC, Emwazi nació en Kuwait, se crió en Londres y estudió programación de computadoras en la Universidad de Westminster, la cual confirmó que un estudiante de ese nombre se graduó en 2009.

Una persona vinculada a Emwazi, quien habla árabe con fluidez, afirmó que el servicio de inteligencia británico MI5 intentó reclutarlo y evitó que se trasladara al exterior, lo que lo obligó a huir sin decirle a su familia.

En tanto, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, informó que el número de cristianos secuestrados por el Estado Islámico en el noreste de Siria subió a 220, luego de que en los últimos tres días los extremistas capturaron más rehenes en un conjunto de localidades junto al estratégico río Jabur, en la provincia de Hassakeh, limítrofe con Turquía e Irak.

Younan Talia, un alto mando de la Organización Democrática Asiria, dijo que la milicia atacó 33 localidades asirias y capturó a unas 300 personas en la ofensiva. No fue posible contrastar las cifras y sigue siendo incierto el destino de los asirios, de confesión cristiana.

La agencia de noticias estatal siria Sana y un grupo activista asirio, la Red Asiria para Derechos Humanos en Siria, informaron que el grupo de secuestrados había sido trasladado a la ciudad de Shaddadeh, localidad mayoritariamente árabe al sur de la ciudad de Hassakeh y que está controlada por el EI.