Los medicamentos para el control del VIH/sida no forman parte del programa de la receta resurtible (que entrega fármacos para tres meses), autorizada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por lo que los pacientes deben acudir cada mes a la clínica para renovar sus prescripciones.

No obstante, la doctora Ángela Vicente González emite las recetas con fechas posteriores y hasta por tres meses. Se niega a revisar a los derechohabientes, ni siquiera cuando sus prescripciones son rechazadas en la farmacia.

Esa situación la vivió un asegurado el pasado jueves, cuando al acudir a surtir la tercera de las recetas que le dieron en diciembre, el encargado de farmacia le negó las medicinas porque el documento no pertenecía a Vicente González, sino a otro médico.

Eran casi las 19 horas (la farmacia cierra a las 20 horas) cuando fue al consultorio para que la médico le cambiara la receta. Vicente se negó porque ella sólo las entrega hasta las 18 horas.

El derechohabiente acudió entonces a la subdirección médica, donde le pusieron un sello al documento para le fueran entregados sus medicamentos. El encargado se negó nuevamente porque la irregularidad persistía al no ser Vicente la titular del recetario.

En una segunda visita al consultorio, ese mismo día, Vicente González se limitó a poner en la misma receta un sello con su nombre y cédula, la firmó y se la dio al paciente. Éste a su vez regresó a la farmacia, pero tampoco se la aceptaron. Al volver con la doctora, ésta ya se había retirado.

La organización civil Derechohabientes viviendo con VIH/Sida del IMSS (Dvvimss) y el Grupo de Apoyo de Personas Enlazadas contra el Sida (GAPES) presentaron una denuncia ante el titular de la delegación estado de México Oriente, del instituto.

Ante la falta de respuesta en el hospital y la oficina administrativa, acudieron con las autoridades centrales del organismo, donde Arturo Viniegra, titular de la división de excelencia clínica, logró que el paciente obtuviera su tratamiento el viernes, apenas unos minutos antes de que la farmacia cerrara.

Las agrupaciones señalaron que esta no es la primera vez que se presentan quejas contra Vicente González, y en general por la deficiente calidad del servicio que se presta el hospital 53 a las personas que viven con VIH/sida.

El mismo afectado fue víctima de otra irregularidad en enero pasado, cuando le negaron las terapias porque supuestamente tenía que ser valorado para seguir recibiendo darunavir, un medicamento de alto costo.

Este producto está indicado para individuos que han dejado de responder a otros fármacos. El paciente ya fue evaluado hace poco más de un año, y de acuerdo con las reglas del IMSS, una nueva revisión de su caso se realizará cuando darunavir deje de ser eficaz en el control del VIH.

Las organizaciones solicitaron a las autoridades del Seguro Social que revisen la actuación de los médicos, incluido el doctor Manuel Castillo Arellano, director del hospital 53, quien en lugar de solucionar el problema, pretendió culpar al paciente por aceptar recetas irregulares.