La banca comercial dejó de tributar $20 mil millones, señala el informe de la cuenta pública
Televisoras, radiodifusoras, cementeras y petroleras extranjeras, entre las firmas beneficiadas
Domingo 22 de febrero de 2015, p. 10
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) perdonó el pago de impuestos a empresas y personas físicas por un monto de 166 mil 479 millones 323 mil pesos. Las personas morales (empresas, y en menor medida gobiernos de los estados) fueron beneficiados con el no pago de 159 mil 620 millones, mientras las personas físicas incluidas en la acción gubernamental dejaron de pagar 6 mil 831 millones. Mientras que por inconsistencias el SAT detectó un monto de 27 millones 262 mil pesos.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) en su informe general de la cuenta pública 2013 revisó a 41 mil 399 empresas privadas y públicas, que solicitaron el beneficio de la condonación.
En el resultado de la fiscalización elaborada por la auditoría destacan los sectores económicos más beneficiados con el perdón fiscal. La banca comercial dejó de aportar al fisco 20 mil 722 millones de pesos; medios de comunicación (televisoras, radiodifusoras y medios escritos), 18 mil 536 millones; empresas comercializadoras, 9 mil 524 millones; servicios de telecomunicaciones, 8 mil 386 millones; sector cementero, 8 mil 93 millones; empresas metalúrgicas y acereras, 5 mil 348 millones; farmaceuticas, 4 mil 270 millones; automotrices, 3 mil 629 millones; petroleras extranjeras, 2 mil 270 millones, y constructoras, mil 377 millones.
El presidente de la Comisión de Vigilancia en la Cámara de Diputados, José Luis Muñoz Soria, refirió que la cuenta pública, en la auditoría financiera y de cumplimiento aplicada al SAT, reportó los impuestos y los montos de éstos que dejaron de aplicarse, en su mayoría a los entes citados. Por ISR, el monto condonado ascendió a 104 mil 635 millones; multas, 29 mil 413 millones; IVA, 12 mil 369 millones, y derechos, 10 mil 234 millones de pesos.
Las empresas beneficiadas adeudaban al fisco impuestos desde 1982 a la fecha.
Entre 1982 y 1999 la suma de impuestos que se adeudaban (y fueron condonados) ascendían a 5 mil 165 millones. No obstante, en los sexenios de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón se registraron montos más elevados de impuestos por pagar.
En 2000 esa cifra se ubicó en 4 mil 409 millones. Para 2003 se registraron 24 mil 575 millones de pesos de impuestos que los hoy beneficiados dejaron de pagar. Ese concepto creció aún más en 2005 al registrarse 42 mil 775 millones, y un año después mantuvo el mismo nivel con 41 mil 440 millones. En 2013, primer año de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, los beneficiarios de la condonación sólo dejaron de pagar 247 millones de pesos en ISR, multas e IVA.
El ente fiscalizador constató “que se condonaron adeudos en los programas 2007 y 2013 a contribuyentes que no habían tenido algún acto de fiscalización en los últimos cinco años; de igual forma se identificó que mil 335 contribuyentes aprovecharon los beneficios de la condonación de contribuciones en el mismo periodo, y de los cuales existe un grupo de 15 empresas que fue el más beneficiado, las cuales presentaron una tendencia al alza en los programas de condonación de contribuciones y accesorios.
Ya en 2007 (las 15 empresas) obtuvieron condonaciones por 9 mil 233 millones de pesos, y en lugar de que el estímulo sirviera para sanear sus obligaciones, ello originó que para 2013 se incrementaran sus condonaciones a 37 mil 535 millones de pesos.
Captación de recursos públicos y cultura del no pago
La ASF sugiere a la Cámara de Diputados que analice y evalúe el impacto real de los programas de condonación de impuestos en la captación de recursos públicos.
Se propone evitar la inclusión de contribuyentes que hayan participado en los programas de condonación de impuestos y accesorios durante los últimos cinco años.
Estos programas no aumentan la eficiencia recaudatoria, ni logran el cobro total de los adeudos, sino disminuye la percepción del contribuyente sobre la exigibilidad del pago de sus contribuciones en tiempo y forma, y fomenta la cultura del no pago, y en cierta medida, podría propiciar la evasión fiscal.