Mazatlán, Sin.

Empresarios, ecologistas e investigadores, exigieron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no levantar la alerta para el uso de agua del río Pánuco en las comunidades aledañas después del derrame de 10 mil 800 toneladas de contaminantes vertidos por los jales de la mina Dos Señores, municipio de Concordia, en octubre pasado.

Encabezados por la regidora Esperanza Kasuga, la ambientalista Sandra Guido y el grupo Voces por el Agua, señalaron que estudios advierten que aún no es tiempo de levantar la alerta porque consumir agua de ese cauce puede afectar a 700 habitantes de Palos Blancos, La Guasima y Chupaderos, localidades que actualmente reciben agua potable mediante pipas.

Voces por el Agua exigió protocolos de seguridad al Congreso para que se realicen estudios de sedimentos en 50 kilómetros de la presa, donde se originó el derrame, antes de permitir el uso del agua de los arroyos porque provocaría contaminación de la ganadería, la pesca, la agricultura.

Investigadores del Centro en Investigación y Desarrollo, explicaron que los contaminantes son metales pesados y no se diluyen en el agua, se quedan en el sedimento o suelos y al parecer las autoridades no han realizado los estudios pertinentes, por lo que propondrán una adición a la Ley de Equilibrio Ecológico, sobre monitoreo de sedimentos.

En un comunicado, la Profepa en Sinaloa señaló que según los resultados de análisis que realizó la Comisión Nacional del Agualos materiales vertidos por la presa de jales de la mina Dos Señores, no son peligrosos