Viernes 20 de febrero de 2015, p. 16
México no tiene una política hacia el migrante que se va ni para el que vuelve
, afirmó Enrique Berruga Filloy, vicepresidente de la fundación Mexicans and Americans Thinking Together, tras asegurar que el presidente Barack Obama está atado de manos
y pronosticar que la acción ejecutiva para aliviar las deportaciones se va a quedar atorada en Nueva Orleáns el resto de la gestión de Obama. No habrá una solución migratoria tan amplia y ambiciosa como la que planteó
.
Al participar en el panel La frontera norte de México: los problemas de la repatriación, que organiza el Senado, aseguró que a los que se van en el mejor de los casos les deseamos buena suerte. Si regresan, bien; si no, también. No tenemos una política nacional para la diáspora más grande del mundo, 30 millones de mexicanos que se han ido
.
Berruga aseguró, además, que cuando son repatriados, los connacionales llegan a covachas
, hay un déficit estructural. Las oficinas que los atienden no son dignas de los mexicanos que regresan. Hay colas. Por ejemplo, en Nuevo Laredo, hasta donde alcanza la vista, la gente está muriéndose de frío, no hay siquiera un vaso de agua. Hay un hacinamiento tremendo para la documentación de los paisanos. Si no podemos con eso, menos podemos pensar que se les pueda otorgar empleo en México, eso no existe
.
A su vez, Ana Cecilia Oliva Balcarcel, directora general de Protección al Migrante y Vinculación de la Instituto Nacional de Migración, explicó que en 2014 se recibieron 242 mil 753 repatriados contra 332 mil 865 que llegaron el año anterior, es decir, 90 mil menos.
Contrario a Berruga, aseguró que les da comida, hospedaje y documentos de identidad, hasta que deciden qué van a hacer.