No hay razón para que en la ciudad de México haya personas que porten armas calibre 9, 3.80 y 38 milímetros (de uso exclusivo del Ejército) y cuando son detenidas sean liberadas de inmediato pagando una fianza, señaló el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.

El mandatario reiteró que insistirá ante el Senado, y de ser necesario ante la Cámara de Diputados, que haga modificaciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos para que se endurezcan las penas por la comisión de ese delito.

La ciudad no tiene por qué estar armada, dijo, y agregó que por este hecho ilícito tiene que haber una sanción mucho mayor que la que contempla la legislación federal.

A su vez, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), Hiram Almeida, manifestó que el hecho de que una persona detenida por portar armas de fuego de manera ilegal sean puestas en libertad al poco tiempo genera menoscabo a la actuación y actividad policiales, pero también deteriora la certeza de la ciudadanía de vivir en un ámbito de paz.

Señaló que las delegaciones donde se incurre más en este delito, que habitualmente está vinculado a la comisión de otros actos ilícitos, son Gustavo A. Madero e Iztapalapa, así como algunas zonas de la Cuauhtémoc.

Coincidió con el mandatario capitalino en que la penalidad para este delito es baja, ya que en muchas ocasiones la portación de arma de fuego está asociada a la comisión de otro acto delictivo, y eso es lo que se quiere prevenir con el endurecimiento de las penas.

Además, puntualizó Almeida, existe mayor nivel de peligro en la actividad policial, en la integridad física o la vida mismas del uniformado, por la reacción que pueda tener la persona al momento de ser detenida.

Precisamente, por el riesgo que significa el hecho de que esa persona pague una fianza y horas después vuelva a estar en la calle, anímicamente puede generar un tema de desasosiego en el o los policías que llevan a cabo la detención; de allí que es obligación de las autoridades capitalinas buscar que las penas se incrementen.