Durante el Miércoles de Ceniza, con el que da inicio la Cuaresma, diversos jerarcas católicos condenaron la violencia que se vive en diversos estados; resaltaron que el camino para contrarrestar esta situación no es la venganza ni la indiferencia, sino el amor, el perdón y la reconciliación. En la Catedral Metropolitana, el cardenal Norberto Rivera Carrera aseguró que la respuesta cristiana a la violencia que amenaza la paz de México no es la venganza, el odio, ni la huida hacia un falso espiritualismo, sino el sendero más largo, pero eficaz, del amor. Aparte, Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco, señaló que de frente a la realidad de violencia, corrupción, inseguridad, crisis moral y relativización de la vivencia religiosa, que se expresa en la pérdida del sentido de Dios, que en los últimos tiempos ha herido profundamente a nuestro estado de Guerrero y a nuestra iglesia arquidiocesana de Acapulco, quiero expresar mi profundo dolor y solidaridad con las víctimas de la violencia y, al mismo tiempo, invitarles a renovar nuestra esperanza.