La Auditoría Superior de la Federación (ASF) confirmó que la Dirección de Diseño de Instalaciones Electromecánicas y la Jefatura de Diseño de Vías del Metro “hicieron caso omiso de la información sobre fallas y presencia de desgaste prematuro sobre rieles, en la línea 12, conocida como línea dorada”.

En la conclusión de la auditoría de la entrega-recepción y puesta en operación de la línea, se indica que la empresa certificadora recibió el pago por su trabajo, aun cuando el consorcio constructor no había concluido los compromisos de contrato, entre éstos los sistemas electromecánicos de energía, señalización y sonido, además de que el STC formalizó de manera extemporánea el acta de entrega recepción.

El órgano fiscalizador dio cuenta de la revisión de nueve contratos ejecutados por el Gobierno del Distrito Federal, y detectó que en el suscrito con el consorcio constructor para diversos equipos de ventilación y de bombeo no instaló un total de 90; tampoco los equipos de los sistemas de mando centralizado, 34 equipos del sistema de telecomunicaciones y 14 del sistema de peaje en la estación Ermita, así como 26 equipos del taller eléctrico en los talleres de Tláhuac y gerencias.

La información, explicó, corresponde al 31 de diciembre de 2013, cuando la línea ya estaba en operación. Tampoco se ejecutaron los protocolos de pruebas, como consta en el acta de entrega-recepción del 8 de julio de 2013.

Entre las deficiencias, tampoco construyó el acceso poniente, conocido como pasarela, en el paradero de la estación terminal Mixcoac, y colocó una banda elastomérica de 20 milímetros de espesor en 2 mil 164 metros, cuando el espesor especificado en el contrato era de 25 milímetros, y le faltaron 464 metros.

En los reportes de supervisión del mantenimiento del sistema de vías se indicó que el consorcio constructor no alcanzó al 100 por ciento el torque y la trocha (espacio que media entre los dos rieles de una vía férrea) ni la renivelación y alineación de la vía.

La auditoría señaló que aun cuando el Proyecto Metro aplicó distintas funciones económicas por el equipo entregado, pero no instalado, y por las deficiencias en materiales y mantenimientos del sistema de vías, el consorcio constructor, integrado por ICA, Carso y Alstom, presentó un amparo indirecto en contra de la liquidación unilateral del contrato, que está radicado ante el juzgado decimosexto en materia administrativa del Distrito Federal. A su vez, el Proyecto Metro interpuso una queja y, en consecuencia, mientras no se resuelva dicho recurso, los importes reclamados por éste no pueden ser resarcidos.