Dos ex cancilleres cuestionan a la SRE
Martes 17 de febrero de 2015, p. 4
Los ex cancilleres Luis Ernesto Derbez y Patricia Espinosa consideraron que el gobierno mexicano intenta evadir el escrutinio internacional en materia de derechos humanos y ‘‘nadar de a muertito’’ para no entrar en conflicto con otras naciones.
Al participar ayer en el foro México en el mundo: diagnóstico y perspectivas de relaciones internacionales, en el Senado, Derbez se manifestó en contra de continuar con la postura que ha seguido México, influido por el concepto timorato ‘‘de quienes consideran que la mejor política exterior es aquella que genera la menor fricción posible con el resto del mundo y eso no es política exterior, eso es nadar de a muertito; el país tiene que tomar presencia, marcar la diferencia y si eso nos lleva a conflicto con otras naciones, que así sea’’.
Sostuvo: ‘‘Nuestro liderazgo, tanto a nivel regional como mundial, se ha perdido. Debemos retomar nuestro papel como lo que somos: una potencia regional que acepta los costos y responsabilidades de un líder’’.
Insistió en que los retos que se enfrentan son crisis financiera, arquitectura comercial injusta, discriminación de migrantes, falta de coordinación para eliminar el terrorismo internacional, cuestionamientos al método democrático como forma de gobierno en muchas naciones, violaciones a derechos humanos y destrucción del medio ambiente.
Refirió: ‘‘¿Cómo impulsar a escala internacional estos principios si no lo hacemos en nuestra realidad nacional? Es una pregunta clave para cualquier país. La primera recomendación en política exterior que México debe aplicar tiene que ver con la política interior que debemos establecer.
Dijo que recientemente el gobierno mexicano fue duramente criticado en Ginebra, Suiza, por la falta de respeto a los derechos humanos y las desapariciones forzadas. ‘‘Tenemos que aceptar que eso se da en nuestro país y estar conscientes de que si firmamos acuerdos tenemos que empezar por respetarlos internamente’’.
Derbez dijo finalmente: ‘‘No podemos seguir aceptando situaciones como Tlatlaya. Hablamos todos de Ayotzinapa, pero se nos olvida Tlatlaya, caso en el cual la autoridad es la que ejecuta el hecho’’.
Por su parte, la también ex canciller Patricia Espinosa Cantellano reconoció que México tiene asignaturas pendientes a escala nacional que no pasan desapercibidas en el exterior.
Reconoció las reformas estructurales de esta administración que realzaron la imagen internacional de México, pero esa percepción ‘‘cambió en muy poco tiempo por expedientes como el de Ayotzinapa y su resonancia mundial’’.