A las carencias que enfrenta la red de hospitales en el Distrito Federal se suma la existencia de un laxo sistema de seguridad e higiene en su operación, advierten personal médico y de enfermería de los distintos nosocomios.

Si bien en materia de protección civil se tienen letreros con las rutas de evacuación y se cuenta con extintores, algunos no son revisados con periodicidad y en otros casos, sólo permanece la caja vacía. Tampoco se prepara al personal para un eventual siniestro.

Después de lo ocurrido en Cuajimalpa, hemos preguntado cuándo se han hecho simulacros y la única información que hemos tenido es que se han realizado algunos ensayos, pero en el turno matutino. ¿Y los demás debemos actuar por instinto?, cuestiona un enfermero del hospital Xoco.

En este nosocomio se pudo observar, por ejemplo, que algunos pasillos son utilizados como bodegas, no hay extintores en todos los pisos, el área de sépticos está descuidada y los baños de los hombres se encuentran sin puertas.

Aquí los trabajadores de limpieza son contratados por una empresa, que están expuestos a las enfermedades, porque no se les dan insumos como guantes, cubrebocas y gorras y uniforme. Ellos trabajan con su propia ropa y si usan bata, es porque nosotros se las regalamos.

En otros casos, la falta de personal de intendencia provoca que los desechos médicos permanezcan de una a dos horas en los botes de basura de las habitaciones, cuando lo máximo tendría que ser cinco minutos. Eso es mucho tiempo de contaminación, asegura un médico del Hospital Rubén Leñero.

Una enfermera del Hospital Enrique Cabrera comenta que en algunos nosocomios el personal de intendencia es contratado por empresas subrogadas y no se les paga riesgo de infectocontagio.

Algunos pasillos de los centros de salud son utilizados como bodegas, lo que representa un riesgo para la seguridadFoto La Jornada

Aspecto de una de las áreas del Hospital Dr. Enrique CabreraFoto La Jornada

Al igual que en el Rubén Leñero tardan más de una hora en retirar los desechos de los cuartos, en la noche ya no hay quien pase a recogerlos.

Lo más preocupante, expresan médicos de los hospitales del Rubén Leñero, Balbuena y la Villa, es la insuficiencia de insumos para la higiene de médicos y enfermeras. Hay un riguroso sistema de lavado de manos antes de cualquier intervención que no se lleva a cabo. Nos lavamos con un pedazo de jabón y nos secamos con las batas, por lo que es alto el número de infecciones nosocomiales, es decir, que se generan al interior del hospital.

Aún así, en Balbuena y el de la Villa no hay un área de infectología o epidemiología, por lo que la estrategia para evitar este tipo de infecciones es la de colocar una jerga con cloro en la entrada de áreas estratégicas como quirófanos y terapia intensiva, para que nos limpiemos los zapatos antes de entrar o salir.

En el Materno-Infantil Magdalena Contreras, una doctora expresa que se cuenta con una comisión de higiene y seguridad, pero sólo existe en el membrete, porque en la práctica no opera.

Se debe estar al pendiente de todo, pero ha habido ocasiones en que la jabonera automática para el lavado de manos quirúrgico no funciona, refiere, al señalar que la Cofepris (Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios) sólo emite recomendaciones, pero no efectúa cierres, aunque lo amerite.

En la historia del hospital, recuerda, sólo se cerró en una ocasión hace años para hacer una fumigación general, por un brote de garrapatas.