La exposición Mayas: revelación de un tiempo sin fin cerró el pasado domingo con una afluencia de 223 mil 581 visitantes en el Museo Quai Branly en París, con lo cual se convierte en la segunda muestra más vistada en ese recinto desde su fundación.

Reunió 385 piezas entre urnas, incensarios, cerámica, estelas, dinteles y máscaras funerarias de jade, así como vestigios inéditos procedentes de hallazgos recientes, como dos entierros y sus ofrendas que datan del Preclásico (2500 aC) al Posclásico (1250-1550 dC), encontrados en Balamkú y la isla de Jaina, Campeche.

Con estas piezas prehispánicas que abarcan más de 3 mil años de historia, la exposición es considerada la mejor realizada y la mayor que se ha hecho de arqueología maya, por la cantidad e importancia de sus colecciones.

La escala siguiente de la muestra, de junio a octubre, será el World Museum en Liverpool, inscrita en el Año Dual México-Reino Unido.

La exposición que inició su periplo en la Galería de Palacio Nacional en la ciudad de México ha sido admirada desde entonces por 659 mil 51 personas, de las cuales 152 mil 724 fueron los visitantes registrados durante su estancia en el Museo de la Ciudad de Sao Paulo, Oca, del Parque Ibirapuera, en Brasil; 282 mil 746 en México y 223 mil 581 en Francia.

Mayas: revelación de un tiempo sin fin comprende ocho núcleos temáticos: El hombre y la naturaleza, Comunidad humana y vida cotidiana, El corazón de las ciudades, El hombre frente al tiempo y los astros, Las élites gobernantes y su historiografía, Las fuerzas sagradas, El hombre frente a los dioses: los ritos y Entrar en el camino: ritos funerarios, que abordan la cosmovisión de esa cultura ancestral.