Es probable que el maletín lleno de cables de corriente y abrazaderas de aditamentos no pareciera muy interesante cuando Carol Armstrong lo encontró arrumbado en un clóset de su casa, en Ohio.

Sin embargo, esos artículos –que estuvieron escondidos más de cuatro décadas– son recuerdos invaluables de la misión espacial más famosa de todas, durante la cual su marido se convirtió en la primera persona en caminar en la Luna.

El llamado maletín de McDivitt contenía objetos transportados en el módulo lunar Águila durante la histórica misión Apolo 11, entre ellos la cámara que filmó el descenso de Neil Armstrong en la superficie lunar, el 20 de julio de 1969.

Los objetos, que supuestamente debían dejarse en la Luna para no añadir peso a la cápsula en su lanzamiento desde la superficie del satélite, se exhibirán en el Museo Smithsoniano del Aire y del Espacio junto con otros artefactos de la misión. Expertos señalaron que su valor histórico es incalculable.

Allan Needell, curador del departamento de historia del espacio en el museo, expresó: Ver esos objetos con nuestros propios ojos nos ayuda a apreciar que esos logros no están sólo en libros y películas, sino que se refieren a personas de carne y hueso y objetos tangibles, y que implicaron una extraordinaria cantidad de ingeniería y planeación.

La esposa de Armstrong encontró el maletín después de la muerte de su marido, en 2012, y envió un email a los curadores, explicándoles que contenía pequeños objetos varios que tenían el aspecto de venir de una nave espacial.

“Para un curador de una colección de artefactos espaciales –comentó Needell–, es difícil imaginar algo más emocionante.”

Entre los 18 objetos había cables, malla, espejos y el arnés de cintura que usó Armstrong. También estaba la cámara de 16 milímetros que filmó el descenso en la Luna y la colocación de la bandera estadunidense, junto con un soporte para la cámara, un lente de 10 milímetros y un sombreador para el lente.

Colocaron todo en el maletín –llamado así por el comandante del Apolo 9, Jim McDivitt, quien fue el primero en sugerir llevar una maleta vacía para cargar objetos de momento–, pues no había tiempo de devolverlos al almacén. Existe una foto del maletín en las manos de Buzz Aldrin en 1969.

“Hasta donde sabemos –continúa Needell–, Neil nunca habló de la existencia de esos objetos y nadie más los ha visto en los 45 años pasados desde que regresó de la Luna.”

Armstrong no mencionó los objetos a su biógrafo, James Hansen.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya