Cuetzala del Progreso, Gro.

Cientos de habitantes del poblado de Tianquizolco, en este municipio del norte de Guerrero, celebraron ayer el primer aniversario de la fundación de su policía comunitaria, formada por 12 grupos, cada uno con 12 elementos, todos campesinos, luego de que se cansaron de esperar que el Ejército Mexicano llegara a protegerlos del crimen organizado.

Los habitantes de esta localidad, ubicada en una zona donde se cultiva amapola y mariguana, aseguraron que el gobierno federal continúa sin atender las denuncias de los ciudadanos. Apenas el jueves pasado fueron secuestrados tres ciudadanos de la comunidad de Chilacachapa, y el viernes fueron 11 en Cocula, afirmó Pedro Baylón Díaz, cuya esposa fue secuestrada en 2013.

Alrededor de las 10:30 horas de ayer, el sacerdote Ángel Sánchez Ortuño ofició una misa con motivo del aniversario de la policía comunitaria. En su homilía, dijo a los feligreses: No se achicopalen, sigan unidos, oren y sean soldados de Dios, pero también de la patria. En la misa los lugareños pidieron por los policías comunitarios, por los secuestrados y hasta por sus enemigos.

El cura recordó que miembros de la delincuencia organizada privaron de la libertad a dos de sus antecesores. El municipio de Cuetzala del Progreso es una zona muy peligrosa, subrayó.

Tianquizolco tiene alrededor de mil habitantes, la mayoría campesinos dedicados a la siembra de maíz, frijol, y calabaza; colinda con Chilacahapa y Apetlanca, entre otros poblados, este último también tiene policía comunitaria.

A pesar de ser una comunidad campesina, la delincuencia organizada ha atacado a la población. Pedro Baylón Díaz recordó que la policía comunitaria surgió porque poníamos denuncias, pero el gobierno no nos hacía caso. Estaban secuestrando a la gente, por esa razón nos organizamos.

Señaló que eran constantes los secuestros. “Se llevaron a seis personas en dos días, hace dos años, y (los de La familia michoacana) nos siguen amenazando. Dicen que van a venir por nosotros.

Ya le dimos fotografías a la Gendarmería y a la PGR (Procuraduría General de la República), pero no vemos que hagan algo. Esas personas (los delincuentes) viven en (la ciudad de México) y en Morelos. Por allá andan.

Baylón Díaz mencionó que cuando su esposa fue secuestrada tuvo que pagar un rescate de 400 mil pesos. Luego supe que había sido por órdenes del presidente municipal de Cuetzala del Progreso, Feliciano Álvarez Mesino.

Aseguró que el alcalde perredista pretendía cobrar a los dueños de los pequeños negocios. Nos decían: les damos tanto tiempo para que pasen a pagar al ayuntamiento, y si no los vamos a ir a levantar, y así fue. Por esa razón hicimos este movimiento. Nos levantamos en armas para estar tranquilos.

A pesar del hostigamiento, Pedro Baylón Díaz enfatizó: Aquí ya no les tenemos miedo. Hace un año, en la feria de Cuetzala, agarramos a uno. Fue de los que llevó gente cuando balacearon mi casa. Lo detuvimos y se lo entregamos a los militares; ellos se lo llevaron a Iguala, pero luego lo soltaron. Anda libre y nos ha estado amenazando.