El delantero Martín Bravo, ex jugador auriazul, sepultó la reacción del equipo local
Con orden defensivo y sin encerrarse en busca del contrataque los esmeraldas ganaron en CU
Lunes 9 de febrero de 2015, p. 5
Como una indigestión, el León subió por las entrañas de los Pumas y les propinó la primera derrota en casa, descontrolados ante un rival que, a diferencia de lo que suelen presentar los adversarios, no llegó a plantarse y a esperar el contragolpe en Ciudad Universitaria.
El León –junto a Pumas los únicos bicampeones de torneos cortos– llegó como penúltimo de la tabla y con el fardo de no haber conseguido una sola victoria en lo que iba de la competencia. Con los antecedentes del entrenador Gustavo Matosas, el nuevo estratega, Juan Antonio Pizzi, no podía darse el lujo de especular en CU y encerrarse en espera de un error del adversario.
Los esmeraldas empezaron con orden obsesivo en cada posición, atentos sobre todo en la defensa, en la que además de los centrales, ante cualquier atisbo de riesgo, el equipo completo se convertía en un bloque impenetrable. Eso sin descuidar el hambre de victoria, el ánimo de hacer que la pelota fuera rápido y hacia el frente.
El cuadro local parecía desconcertado. Desfasado. Como si el equipo no supiera cómo contener a un rival insolente y bien coordinado. En los primeros minutos, Miguel Sabah ya había insinuado que, si se los permitían, los mantendrían al borde del precipicio.
La presencia del capitán auriazul Darío Verón, quien usualmente impone consistencia a la zaga, apenas fue notable. Algunos errores poco frecuentes en el paraguayo y cierta somnolencia que los hizo reaccionar a destiempo abrieron la zona para que los esmeraldas se cebaran. El primer tanto del León fue una exhibición de complacencia y caos de los universitarios. Mauro Boselli recibió un pase filtrado que dejó helados a los centrales de Pumas y entró al área solo, para batir al portero Alfredo Saldívar.
Poco antes de terminar la primera parte, otra vez un delantero esmeralda gozó de todas las concesiones para anotar. Sin marca ni sombra, en un córner Sabah pudo levantarse para picar con la cabeza el segundo tanto.
El intermedio parecía la campanada de salvación para Pumas. Algo les dijo Guillermo Vázquez que salieron mejor armados e hicieron perder metros de cancha a los rivales. Con esa desesperación, David Cabrera buscó acortar la distancia con un disparo bien ejecutado y que no alcanzó a dirigir Eduardo Herrera, pero que pasó rozando de manera esperanzadora para los locales.
La ilusión universitaria creció por un momento. Después de una serie de rebotes dentro del área, Herrera cazó el tiro, para el 2-1. La posibilidad del empate entusiasmó a los aficionados que clamaban por otro gol.
Pero éste cayó en contra tres minutos después. El autor fue un ex universitario, Martín Bravo, quien tras un pase filtrado cruzó el disparo para fusilar a Saldívar. El argentino ex auriazul se retiró del área sin un atisbo de celebración en lo que fue su primer tanto con el conjunto guanajuatense.
El mediocampista Luis Montes reapareció con el cuadro esmeralda, ocho meses después de la lesión que lo dejó fuera del Mundial.
El León ascendió al undécimo lugar, mientras los Pumas se quedaron en el escalón 13, ambos con cinco unidades.