En la disputa por las candidaturas a distintos cargos que estarán en juego en junio próximo, decenas de alcaldes de diferentes partidos políticos pidieron licencia a sus cargos o se alistan para solicitarla.

Son varios los casos de solicitudes, pese a altos índices de violencia e inseguridad en sus ayuntamientos o a señalamientos en su contra por presuntos vínculos con la delincuencia organizada u otras irregularidades.

Por ejemplo, el coordinador de los ediles del PRI en Michoacán –uno de los estados con mayor violencia–, Aldo Macías Alejandres, ha señalado que 40 por ciento de los alcaldes emanados de ese instituto político han manifestado interés por contender por una diputación.

A finales de enero eran más de 20 los titulares de municipios de esa entidad, así como de Nuevo León, Baja California Sur, Guerrero, Colima, Durango, Yucatán, Zacatecas y el estado de México que habían dejado sus puestos para participar en las contiendas internas de sus partidos.

Uno de ellos es Margarita Arellanes, del PAN, quien dejó la alcaldía de Monterrey para buscar la candidatura al gobierno de Nuevo León, a pesar de que había prometido, al inicio de su gestión, terminar los tres años de su mandato, que concluyen el 30 de octubre.

Días después, dos de sus colaboradores, Elizabeth Rosas y Marcos Mendoza, dejaron las secretarías de Desarrollo Humano y Social, así como de Administración, respectivamente, en busca de una curul local, también por el blanquiazul.

Otro alcalde que pidió licencia es Luis Walton, presidente municipal de Acapulco, precandidato del partido Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Guerrero. Dejó el cargo a pesar de que por cuarto año consecutivo Acapulco se mantiene como la segunda ciudad más violenta del mundo, con una tasa de homicidios dolosos de 115.98 por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con un reporte del Consejo Ciudadano para la Seguridad.

De diferentes partidos

En tanto, otros munícipes han sido señalados por tener presuntos vínculos con la delincuencia organizada, lo cual han rechazado en reiteradas ocasiones. Pero mientras continúan siendo investigados, han expresado su intención de participar en las siguientes elecciones. Entre ellos se cuenta el perredista Ignacio Valladares Salgado, alcalde de Teloloapan, como aspirante a una diputación local, y el priísta Salomón Majul González, de Taxco, quien busca ser diputado federal.

Del PRI, en Tlanepantla, Pablo Basáñez García pidió licencia al cargo como aspirante a un escaño a la Cámara de Diputados. Está señalado como el munícipe con el sueldo más alto en territorio mexiquense.

Otros ediles priístas de esa entidad que también han solicitado licencia son Carolina Monroy del Mazo (Metepec), David Sánchez Guevara (Naucalpan), Leydi Fabiola Leyva (Capulhuac), Rocío Díaz Montoya (Tecámac), Martha Hilda González Calderón (Toluca), Édgar Castillo (Jilotepec) y David Sánchez Isidoro (Coacalco).

Asimismo, Sandra Méndez Hernández (Tultitlán), Gabriel Casillas Zanatta (Cuautitlán), Andrés Aguirre Romero (Chicoloapan) y Pablo Bedolla López (Ecatepec).

El lunes 19 de enero, 12 de los 14 jefes delegacionales del PRD solicitaron licencia al cargo porque aspiran a una precandidatura rumbo a las elecciones del 7 de junio.