Con motivo del centenario del natalicio del historietista mexicano Gabriel Vargas, creador de La Familia Burrón, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) y la Editorial Porrúa inauguraron en la estación Salto del Agua del Metro una exposición de su obra, que llegó a alcanzar 2 millones de lectores por edición.

El subdirector general de Operación del STC, Salomón Solay Zyman, expresó el beneplácito del organismo por ser sede del homenaje a uno de los más grandes cronistas de la cultura urbana de la ciudad de México.

Por más de seis décadas, en las páginas de la historieta La Familia Burrón retrató con humorismo a la sociedad mexicana y sus cualidades, tanto positivas como negativas, desde la óptica de una familia de escasos recursos, señaló.

Destacó que en sus historias, el Metro también quedó plasmado, y precisamente algunos de sus usuarios fueron inspiración en la narrativa de la tradición urbana.

Además de la exposición, indicó, se colocaron calcomanías en gran formato de los personajes de La Familia Burrón, en las estaciones Polanco, Guerrero, Chapultepec, San Lázaro y Merced, que atrajeron la atención de los usuarios.

Su viuda, la profesora y periodista Guadalupe Appendini, hizo una semblanza de la vida de Vargas, quien a los ocho años de edad ya decoraba las paredes de su colegio y a los 13 participó desde México en un concurso de dibujo, organizado en Osaka, Japón, en el cual obtuvo el segundo lugar.

Por este motivo, el gobierno mexicano, por conducto del doctor Alfonso Pruneda, le ofreció una beca para estudiar dibujo en París, pero la rechazó porque no quería dejar su país, comentó.

Recordó que sufrió una embolia, cuyas secuelas no le impidieron continuar trabajando intensamente. Resaltó que Gabriel Vargas inventó palabras y frases que luego fueron del dominio público: incluso intelectuales distinguidos decían que debió formar parte de la Academia Mexicana de la Lengua.