Espera pintar la paz de Colombia como una paloma gorda
, dice al abrir exposición
al arte nómadadel circo
El Museo de Antioquia exhibe 32 óleos y 20 dibujos inspirados en una revelación vivida en México
Miércoles 4 de febrero de 2015, p. 5
Medellín, Colombia.
Los voluptuosos personajes que caracterizan la obra del colombiano Fernando Botero se balancean en trapecios, hacen trucos y exhiben sus excentricidades en la muestra El circo, un homenaje al arte nómada
que se abrió el lunes en Medellín, ciudad natal del pintor y escultor.
Treinta y dos óleos y 20 dibujos integran la exhibición que el artista abrió esta tarde en el Museo de Antioquia, de donde Botero partió en los años 50 rumbo a Europa, para hacerse un lugar en el mundo del arte.
“Es un gran placer mostrar este aspecto en Antioquia. Nunca había mostrado cuadros de El circo (en la ciudad) y es un tema maravilloso que han tratado los grandes pintores”, dijo Botero a periodistas.
El circo es un tema favorito, porque presenta mucha poesía, color, movimiento. El color del circo es crudo, pero el pintor tiene que armonizar estas formas y colores violentos
, comentó.
La inspiración para esta serie de obras le llegó luego de toparse en México con un circo popular, que le recordó a aquellos que veía de pequeño en Colombia.
Fue una gran revelación. Era igual a los que veía en mi tierra cuando estaba chiquito. Era pobre y lleno de animales famélicos. Todos tenían la ropa colgada en las carrozas que usaban. Me encontré una gran poesía allí, hablé con los artistas y vi un montón de posibilidades para mi pintura
, había explicado el artista sobre aquel episodio, en un comunicado publicado por el centro cultural.
El circo, que llega por primera vez a Sudamérica tras exhibirse en Suiza, Alemania, España, Inglaterra, Italia y Estados Unidos, sigue a la muestra de Botero Abu Ghraib, sobre los carceleros de la prisión estadunidense en Irak.
Botero, junto a su tercera esposa, la artista griega Sophia Vari, supervisó el montaje de la exposición.
Además, el viernes pasado inauguró en el Metro de Medellín el Tren de la Cultura
, un vagón decorado internamente con réplicas de las obras que conforman El circo y que por fuera exhibe su nombre y firma.
Durante su recorrido, muchos paisanos le gritaron: Gracias, maestro, gracias
.
Botero, de 82 años y quien reside entre Italia y Nueva York, tiene en las afueras de Medellín una casa típica, en la que suele pasar largas vacaciones.
En los años 90 donó algunas esculturas a su ciudad natal, las cuales fueron instaladas en una céntrica plazoleta frente al museo, que se ha convertido en un símbolo de la recuperación de la ciudad azotada por la violencia del narcotráfico.
Por la paz en Colombia
Por otra parte Fernando Botero, desde Medellín, confía en la firma de un acuerdo de paz con la insurgencia de Colombia y dijo que le gustaría pintarla en forma de una paloma gorda.
Esperamos que sea la paz muy pronto y que se pueda pintar. Una especie de paloma, una paloma gorda
, expresó a los periodistas durante la inauguración de la muestra El circo.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos negocia un acuerdo piloto para poner fin a la confrontación militar de más de cinco décadas con un saldo de 7 millones de víctimas.
(La muestra El circo terminaráel 17 de mayo.)