El grupo Jundulá reivindica el atentado y advierte que habrá más
Sábado 31 de enero de 2015, p. 21
Islamabad.
Por lo menos 61 personas murieron y decenas resultaron heridas al estallar una bomba durante la oración del viernes en una mezquita chiíta de la localidad de Shikarpur, a unos 500 kilómetros de Karachi, en la provincia de Sind, sur de Pakistán, señalaron funcionarios.
El atentado fue reivindicado por el grupo sunita Jundulá, que el año pasado declaró su lealtad a la milicia Estado Islámico (EI) y que antes estuvo vinculado con Al Qaeda. Vamos a continuar atacando a los chiítas, pues se oponen al verdadero islam
, declaró el portavoz del grupo, Ahmed Marwat.
El primer ministro, Nawaz Sharif, condenó el ataque y lo calificó de atentado suicida
, en coincidencia con testigos citados por el canal Geo Tv, quienes aseguraron que un hombre joven entró a la mezquita e hizo estallar los explosivos que llevaba adheridos al cuerpo.
No obstante, Hadi Bakhsh Zardari, subcomisionado del distrito de Shiarpur, quien dio cuenta de unos 40 heridos, explicó que expertos en explosivos y la policía todavía discuten si estalló una bomba colocada previamente o si fue un ataque suicida debido a evidencias conflictivas
.
Este atentado fue el más sangriento desde el ataque de los talibanes paquistaníes que causó 150 muertos, entre ellos 132 escolares, el 16 de diciembre pasado, en una escuela de Peshawar.
En este contexto, al menos 25 personas murieron ayer en enfrentamientos con miembros del EI en Kirkuk, informaron fuentes policiales.
El ejército jordano, por otro lado, aún espera pruebas de que uno de sus pilotos, capturado por el EI, sigue vivo, un día después de que expiró el ultimátum dado por el grupo yihadista para la liberación de una mujer iraquí condenada a muerte en Jordania. Tokio también trabaja con Ammán para averiguar qué ocurrió con un periodista japonés que es retenido por los milicianos.