La reconstrucción del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, dañado en un 70 por ciento por el estallido de una pipa de gas, costará más de 500 millones de pesos, calculó el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, tras realizar ayer un recorrido por la zona.

Explicó que sólo para rehacer el nosocomio, que tiene una antigüedad de 21 años, se necesitarían 300 millones de pesos; sin embargo, dijo, esta es una buena oportunidad para mejorar la atención que se brinda a la población de esta área, y ello implicaría un gasto superior a 500 millones.

El jueves, durante la visita en el hospital ABC Santa Fe a lesionados por la explosión, junto al presidente Enrique Peña Nieto, el mandatario capitalino trató con él la posibilidad de mejorar el nosocomio.

En entrevista, Mancera Espinosa hizo una radiografía de los avances, entre los que se encuentra el retiro de más de 2 mil toneladas de escombros, aunque, aclaró, se prevé sacar entre 4 mil y 5 mil más; aseguró que después de una búsqueda exhaustiva se determinó que ya no había personas debajo de los desechos; reportó que 39 viviendas cercanas resultaron afectadas, en especial con vidrios rotos, lo mismo ocurrió en las escuelas aledañas, mientras que una de las paredes del mercado se dañó, así como algo de su mampostería.

Desmenuzó que en el transcurso de la noche del jueves y madrugada del viernes se dio de alta a 33 de las 72 personas que fueron hospitalizadas; de las 39 restantes, 18 se encuentran en estado grave, la mitad de ellos son menores, mientras que el resto podrían recibir el alta hospitalaria en las siguientes horas. Además, se lleva a cabo la identificación mediante el ADN de nueve pequeños, con el fin de corroborar que quienes se presentan como sus padres lo son.

Sobre la averiguación previa que se inició por este siniestro, Mancera Espinosa puntualizó que fue por delito culposo. Lo que tenemos ahora claro es que la fuga proviene de la parte baja del vehículo, es decir, no se generó en la conexión del hospital. El jueves todavía encontramos evidencia de algunas sábanas y objetos con los que intentaron seguramente mitigarla, resaltó.

Ratificó que su administración hará una labor importante para la reparación del daño, en primer lugar a las víctimas, tanto mortales como lesionadas, y luego se pasará al terreno de los daños en propiedad ajena.

Comentó que conversó con la secretaria de Salud federal, Mercedes Juan, sobre la necesidad de revisar los protocolos de suministro, en especial a escuelas y hospitales, así como el tránsito de las pipas.

Reiteró que su administración asumió la responsabilidad de las labores desde el momento en que se suscitó la explosión.