Llama a investigar si participó en los hechos de Iguala
Es insuficiente la versión de PGR sobre el basurero de Cocula, advierte
Jueves 22 de enero de 2015, p. 4
La supuesta participación del Ejército en las agresiones contra los normalistas de Ayotzinapa –ya sea por acción u omisión– es una hipótesis que las autoridades no deben descartar, pues hay diversos indicios sobre la presencia de los uniformados en los hechos violentos del 26 y 27 de septiembre de 2014, los cuales deben ser investigados.
Afirmó lo anterior Vidulfo Rosales, abogado de los padres y madres de las víctimas, quien subrayó que a pesar de los intentos de las fuerzas armadas por presentarse como una institución ‘‘inmaculada’’, hay pruebas históricas de la participación del Ejército en diversas violaciones de derechos humanos, desde la época de la llamada guerra sucia hasta la actualidad.
‘‘Consideramos fundamental que se pueda abrir esta línea de investigación, porque la del basurero de Cocula (donde según la Procuraduría General de la República (PGR) fueron asesinados y quemados los 43 normalistas de Ayotzinapa) ya resulta insuficiente y no le permite a los familiares de los jóvenes llegar a la verdad’’, enfatizó.
De acuerdo con el litigante, hay varios indicios sobre la participación de soldados en las agresiones contra los estudiantes, los cuales deben ser analizados sin prejuzgar sobre su responsabilidad.
‘‘Existen elementos probatorios que indican una serie de vacíos y omisiones del Ejército antes de lo ocurrido el 26 de septiembre, pues no dieron a conocer a las autoridades lo que estaba sucediendo con el grupo delincuencial Guerreros Unidos, a pesar de que ya tenían conocimiento cabal de sus actividades y sus relaciones con el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca’’, dijo.
Por otra parte, hay testimonios tanto de sobrevivientes de la agresión como de inculpados de la misma, según los cuales los soldados estuvieron presentes ese día patrullando las calles de Iguala, y no intervinieron para impedir que se consumara la desaparición de los normalistas.
‘‘Los militares ya sabían que los chavos estaban por ahí y cómo se movieron. Tan es así, que el Ejército retuvo, intimidó y amenazó a varios estudiantes, pero no intervino para tomar medidas en las cinco horas ininterrumpidas que duró el ataque’’, lamentó.
‘‘No estamos diciendo que los soldados los desaparecieron, pero sí que hay indicios según los cuales ellos estuvieron presentes y se debe investigar. No se está haciendo porque el Ejército quiere seguir ostentándose como institución inmaculada y salvadora de la patria con una pureza que, ya se ha visto, históricamente no tiene.’’