No soy una supermujer, soy una mujer normal, dice la ultramaratonista Nahila Hernández, quien el año pasado compitió en cinco carreras de más de 160 kilómetros cada una –en tres terminó en el podio de vencedoras– y este 2015 se propone ser la primera fémina en cruzar los mil 300 kilómetros del desierto de Atacama, Chile, el más árido del mundo.

No sólo deberá atravesarlo durante 25 días con temperaturas que van de los menos 5 grados centígrados a más de 50, sino que diariamente será sometida a pruebas biofísicas, biomecánicas y cardiológicas, para documentar científicamente, en tiempo real, cómo se comporta el cuerpo humano en esas pruebas extremas de ejercicio.

Espera que los resultados trasciendan en estudios científicos posteriores.

Cruzar mil 300 kilómetros en tan poco tiempo nunca lo he vivido, además de que estudiarán todo mi cuerpo y harán un documental, pero ese es mi gran sueño, aparte de que me gusta más correr en el desierto por la soledad y su cielo, expresó.

Al correr largas distancias, durante muchas horas y en situaciones extremas, ha forzado su cuerpo al límite. En septiembre del año pasado, en Australia, durante una carrera de 175 kilómetros de montaña reconoció haber puesto en riesgo su vida.

“Tuve influenza, lo cual me debilitó físicamente. Además, me perdí 10 kilómetros en la jungla porque la brújula daba para todos lados. Al check point llegué con hipotermia y sólo me acosté a dormir dos horas, pero después tuve que caminar de noche durante 10 horas.

La travesía de Nahila Hernández durará 25 días, con temperaturas que van de los menos 5 grados centígrados a más de 50Foto Notimex

“No podía comer porque vomitaba –se me cierra el estómago cuando corro mucho–, pero tampoco podía abandonar ese proyecto. Fui la última en llegar, pero las últimas ocho horas corrí a la velocidad de la ganadora. Estuve en peligro, pero eso es lo que más satisfacción me dio”, indicó.

Relata que en otra ocasión, en el desierto, corrí a 54 grados de temperatura y cada 300 metros tenían que mojarme, ya no para correr, sino para sobrevivir.

Escuchar a Nahila es sorprenderse de la capacidad, al parecer sin límite, del cuerpo humano. Por eso, el laboratorio mexicano Xpora-T realizará estudios científicos para conocer el comportamiento biológico de los atletas en esas condiciones extremas.

Vamos a documentar en tiempo real como se comporta la fisiología del cuerpo, cuál es su comportamiento metabólico en este nivel de ejercicio. Revisaremos tres esferas, biofísica, biológica y biomecánica. Esto no nos llevará a conclusiones, sino a hipótesis para probar. Queremos trascender en la comunidad científica, señaló Fernando Castilleja, de Xpora-T.

Sin embargo, Nahila asegura que su verdadero reto es encontrar un balance en sus entrenamientos y competencias y el cuidado de sus dos hijas, Julia de nueve años y Carmen, de 12: Procuro darles un ejemplo de vida. No busco que ellas hagan lo que yo, sino que hagan deporte. En mi casa, hacerlo es igual de importante que bañarse o comer”.