Tiene ajuste neumático controlado electrónicamente
Viernes 9 de enero de 2015, p. 38
Tener una prótesis que permita recuperar cierto grado de movilidad a las personas a quienes les fue amputada una pierna es fundametal. Sin embargo, en ocasiones esta herramienta no es del todo cómoda, debido a que en su fabricación no se contempló el roce de los materiales con la piel del muñón, ni el posible aumento o pérdida de peso del individuo, o si su posición cotidiana es estar de pie o sentado.
Frente a ello, un grupo de investigación multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolló un socket (acoplador) mecatrónico que emplea un software de monitoreo a fin de alcanzar un ajuste automático y perfecto entre la prótesis y el muñón de pacientes que sufrieron la amputación de una pierna.
Se trata de una tecnología única en el mundo, que recientemente consiguió el registro de patente. Actualmente se encuentra en diseño de taller y el equipo de investigadores tiene programado someterla a evaluación próximamente ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios. Así se detalló en información difundida por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
El líder del proyecto, Jesús Manuel Dorador González, jefe del Departamento de Ingeniería Mecatrónica de la UNAM, explicó que “el socket es el hueco donde se coloca el muñón de la pierna para fijar la prótesis. El que nosotros desarrollamos tiene cuatro bolsas que se inflan y desinflan a distintas presiones según lo requiera cada paciente. Además, tiene una geometría especial, fue diseñado para los grupos musculares que tiene el muslo, por lo tanto es muy cómodo y seguro”.
En la fabricación del acoplador se emplearon materiales económicos y disponibles en el mercado nacional. Incluye bolsas con un plástico especial, estructura de aluminio y el material que entra en contacto directo con la piel del paciente es tela de neopreno, idéntica a la empleada en la fabricación de trajes de inmersión acuática.
El avance más destacable es que se trata de un sistema mecatrónico que incluye un software que permite controlar el ajuste automático del inflado y desinflado, mide automáticamente la presión entre la bolsa y la pierna de la persona e incluye mecánica de precisión, electrónica de control y sistemas de programación a fin de ajustar la prótesis con el ancho del muñón y de acuerdo a la posición en la que se encuentre el individuo. Los ajustes son efectivos y sutiles, al grado que en las pruebas, los pacientes no los percibieron.
Las prótesis actuales se ajustan manualmente, como un cinturón, lo que implica una desventaja y un peligro potencial en las personas con diabetes, porque pierden la sensibilidad y no advierten si el aparato corta el flujo sanguíneo. Otra ventaja del desarrollo de los universitarios es que al tener un buen nivel de inflado no hay deslizamiento entre la piel y la bolsa, lo que evita fricción y molestias sensoriales en el paciente, también se adapta a la anchura del muñón –si se sube o baja de peso– y a la posición del paciente, a fin de evitar un desajuste que provoque sensación de inseguridad al caminar, detalló el especialista.
Esta investigación es un trabajo multidisciplinario que conjunta las áreas de ingeniería mecánica, industrial, mecatrónica, computación, electrónica, diseño industrial y medicina de rehabilitación.
En el proyecto participan alrededor de 60 profesionistas. El equipo de especialistas ha entablado pláticas con empresas privadas y con la Sociedad Mexicana de Ortesistas y Protesistas, quienes han mostrado interés por la tecnología.